No es la primera vez que las administraciones local y regional se topan con el Icomos. Este Consejo de Monumentos y Sitios, órgano asesor de la UNESCO para sus listados de Patrimonios Mundiales, tanto para las declaraciones como para el seguimiento de estos títulos, volvió a mostrar recientemente su indignación por el estado del Prerrománico en el concejo de Oviedo y llegó incluso a señalar que la UNESCO podría retirar la consideración de Patrimonio Mundial.

Antes de esta actuación, y siempre crítico con otras cuestiones como la apertura de un discobar a los pies de la fuente de la Foncalada, el Icomos fue muy activo a la hora de enfrentarse al proyecto de los rascacielos de Calatrava para la parcela del Vasco.

El presidente científico del comité nacional del Icomos, Víctor Fernández, vinculado académicamente a Oviedo, resumía ayer sus posiciones y defendía su independencia con estas palabras: «La gente piensa que estas acciones que ponemos en marcha tienen que ver con que estamos protegiendo a unos o a otros, y no, estamos con todos, estamos con todos los que trabajan para defender el Patrimonio. Y ante eso, no se puede mirar para otro lado cuando uno ve estrategias absurdas, como la aplicación del modelo Fontán que consiste en tirar la ciudad para hacerla de nuevo». «Aquí en Oviedo», sigue Fernández, «desde hace años hemos vivido situaciones muy preocupantes como el proyecto para levantar rascacielos junto a la Catedral. Oviedo ha mejorado tantísimo en tantos campos que también tiene que ser referente en la gestión de su patrimonio. Y creo que no es tan difícil. Otras ciudades lo han mejorado sin tirar abajo los edificios ni hacer aparcamientos. No hay nada más que irse a Vitoria y ver qué fórmula han desarrollado ellos».