Ángel FIDALGO

El Colegio Público Dolores Medio, el más antiguo de Oviedo, ya que fue inaugurado a finales del siglo XIX, y que está situado en la calle La Luna, celebra el Día del Libro, que será el próximo viernes, con una exposición de 29 libros de la escritora ovetense Dolores Medio, de la que se celebra el centenario de su nacimiento. La muestra fue inaugurada ayer y estará abierta hasta el día 3 de mayo. Durante jornada del viernes el colegio celebrará un día de puertas abiertas.

Los libros, entre los que se encuentra la primera edición de su novela más conocida, «Nosotros, los Rivero», fueron cedidos por la Biblioteca de Asturias «Ramón Pérez de Ayala». En la fachada del centro educativo cuelga desde ayer un gran cartel anunciando el evento literario, con la colaboración del Ayuntamiento de Oviedo.

De esta manera la Asociación de Madres y Padres del Alumnos (AMPA) quiere celebrar el nacimiento de Dolores Medio, que da nombre a este colegio.

Los libros más representativos de la escritora ovetense se pueden ver en la entrada del centro, en unos expositores colocados al efecto y el viernes se realizará un intercambio de libros, actividad que ya viene realizándose años atrás.

El próximo viernes, Día del Libro, el colegio lo celebrará con una fiesta en la que los alumnos participan con lecturas, declamaciones y canciones relacionadas con el libro y la lectura.

Por acuerdo plenario del Ayuntamiento del 6 de julio del año 1993, este colegio fue bautizado con el nombre de Dolores Medio, entonces recientemente fallecida y ganadora del premio «Nadal» de 1952 con «Nosotros, los Rivero», novela que está ambientada en esta ciudad y que hacía referencia a una familia muy conocida de Oviedo.

Pero el Colegio Dolores Medio es mucho más en Oviedo, ya que se ubica en un edificio diseñado por Juan Miguel de la Guardia en 1885. De hecho está considerado un modelo de edificación escolar propio de la Restauración.

La arquitectura no puede negar que lleva el sello de su autor. Adelantado porticado y centrado cuerpo principal de tres arcos, con frontón curvo, ventanas delimitadas por pilastras y el escudo de la capital, y unos jardines que aprovechan el espacio que queda entre el saliente cuerpo central y las alas lo convierte en un edificio singular.