Elena FERNÁNDEZ-PELLO

Por una vez todos están de acuerdo, al menos para empezar. La oposición municipal se ha propuesto recuperar la Fundación Municipal de Cultura, apuesta por ella para mejorar la gestión y diversificar la programación, y defenderá esa propuesta en el próximo Pleno del Ayuntamiento, el primero tras la pausa veraniega. El movimiento cívico SOS Cultura trabaja en su redacción formal, y la oposición la respalda. Y el equipo de gobierno no tiene nada que objetar, siempre y cuando no suponga ningún coste adicional para las arcas municipales.

Foro, PSOE e IU coinciden en la necesidad de profesionalizar la gestión e imprimir una mayor variedad a la programación cultural de la capital. Foro Asturias recurre a la experiencia como argumento. «Los resultados de la Fundación Municipal de Cultura eran óptimos», hacen constar. «Serviría para despolitizar la cultura», añaden, y favorecería la diversidad y la participación ciudadana. La formación también valora la posibilidad de vincular a patronos privados con proyectos específicos.

«En el propio Ayuntamiento hay buenos técnicos culturales», observa el concejal socialista Manuel Ángel Rodríguez. Su incorporación a la Fundación no supondría coste alguno. «Es necesario recuperar la profesionalidad y la participación: la política cultural en estos últimos años ha estado en manos del Alcalde», opina, y, en ese aspecto, el portavoz de IU, Roberto Sánchez Ramos, va más allá. «De Lorenzo escoge desde los actores y los títulos de la zarzuela hasta los grupos de San Mateo», se queja.

El caso es que, según argumenta Rodríguez, la de la Fundación es una reivindicación «que surge de movimientos ciudadanos» y que permitiría «rediseñar el modelo cultural de ciudad, dando cabida a diversas voces y colectivos». «Mejoraría la oferta y, sobre todo, la acercaría a los ciudadanos», sostiene y, respecto a la inclusión del sector privado, en línea con lo propugnado por Foro, explica que «la incorporación de empresarios al patronato no le restaría carácter público». Sánchez Ramos abunda en ese aspecto y señala que «una fundación pública no es ajena a la participación privada».

Ambos, PSOE e IU, defienden también la constitución de un consejo cultural de participación.

En cuanto al PP, el teniente de alcalde, Alberto Mortera, indica que no hay impedimento alguno para constituir una Fundación de Cultura siempre que no suponga incrementar los gastos del Ayuntamiento, de ser así, objeta, «sería un chiringuito, y de chiringuitos que se olviden». Duda de su utilidad, de todos modos, y advierte que, además de no suponer «un cambio sustancial en la gestión cultural», no evitará los recortes a los que obliga la precariedad económica del Consistorio y de los que no se librarán, dice, ni la ópera ni la zarzuela.

Oviedo SOS Cultura es un colectivo ciudadano que se hizo especialmente visible y molesto para ciertos sectores en la pasada precampaña electoral. Entre sus miembros hay críticos, artistas y personas que, simplemente, se interesan y disfrutan de la actividad cultural. Sus propuestas están recogidas en un amplio manifiesto y entre ellas figura, en un lugar destacado, la recuperación de la Fundación Municipal de Cultura. En la fotografía, Diego Díaz sostiene el documento que recopila sus demandas ante la Fábrica de Gas y junto a otros compañeros.