Presidente de la Sociedad de Cirugía Ortopédica y Traumatología

Eduardo GARCÍA

-¿Acabaremos todos con prótesis en nuestro cuerpo?

-Yo creo que en el futuro va a ser al revés. Lo que conseguiremos es que el cartílago de las articulaciones deje de estropearse. Por ahí avanza la investigación básica.

José Ramón Rodríguez Altónaga es presidente de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT), que celebra estos días en Oviedo su 48.º congreso nacional. Cántabro, Altónaga fue jefe del servicio de cirugía ortopédica de la Diputación de Cantabria y actualmente se dedica a la medicina privada.

-¿Cuántas prótesis son instaladas cada día en España?

-No hay datos únicos. Le puedo decir que en mi comunidad, con poco más de medio millón de habitantes, se colocan unas mil al año.

-¿Y con qué grado de éxito?

-En prótesis de cadera y rodilla el éxito ronda el 95% de las intervenciones. Y en prótesis de tobillo, estamos en torno al 60%.

-¿Qué tiene el tobillo que tanto se resiste?

-Una anatomía de la articulación muchísimo más difícil. La piel está prácticamente encima de la prótesis y dar con el modelo protésico ideal es complicado. Es además una técnica más joven.

-¿Influyen los materiales?

-Lo más normal es la aleación de titanio, vanadio y aluminio. También se está empleando la cerámica, que tiene la ventaja de que no se desgasta y el inconveniente de que es más frágil.

-¿Materiales que ya no es preciso reemplazar?

-Estamos colocando prótesis de cadera a pacientes de 40 años que, en principio, no habría por qué quitarlas. Depende de cada caso. Los materiales están muy conseguidos, con composiciones parecidas a las de los cohetes espaciales.

-Cuando falla la prótesis, ¿por qué falla?

-Muchas veces porque no se acierta en la indicación. Hay que estudiar cada caso, sopesar todas las posibilidades. Una buena técnica no sirve de nada si la prótesis no está bien indicada. Ante la duda es mejor ser conservador y no anticiparse.

-¿La traumatología tiene mucho de mecánica?

-Tiene algo de mecánica y mucho de vida. Trabajamos manualmente, con prótesis, placas, clavos o tornillos, pero nuestro escenario de trabajo son organismos vivos y muy diferenciados. Cada vez se tiende más a la especialización.

-¿Por ejemplo?

-Hay traumatólogos especializados en pie, en mano o en técnicas de artroscopia.

-¿La mano da para tanto?

-Y para más. Operar manos o pies con técnicas de microcirugía es de una enorme complejidad. Alguien dijo una vez que intervenir una mano era igual que arreglar un reloj dentro de un tintero. Le voy a decir algo: probablemente es más difícil operar una mano que un corazón.

-¿Y la complejidad del pie?

-Para enfrentarse a un juanete hay más de 150 técnicas distintas. He visto la evolución de la cirugía desde hace cuarenta años y está claro que todavía queda un trecho por mejorar. La especialidad evoluciona muchísimo y el traumatólogo actual tiene que saber además de ingeniería y de química, de física y de informática. Y a veces asusta porque la realidad y los cambios arrollan.

-A los deportistas, y a los que no lo son, la lesión que más asusta está en la rodilla.

-Son articulaciones que se lesionan con frecuencia. Cuando a un futbolista se le dice que tiene afectado el ligamento cruzado anterior, sabe que se va a perder la temporada. Cinco o seis meses. Y no todo el mundo puede operar a un deportista porque las exigencias de rendimiento posterior son distintas. Haciendo las cosas muy bien la estadística nos demuestra que un 14% de las fracturas de tobillo intervenidas quirúrgicamente van a dar en artrosis.

-¿Cuál es su opinión sobre la conveniencia o no de quitar con el paso de los años los tornillos instalados en el paciente?

-Si la intervención quirúrgica ha estado bien realizada, no hay por qué sacarlos. Sólo cuando con el tiempo genera inflamaciones o molestias.

-¿A qué llama molestias?

-La molestia no es dolor. Se podría explicar el dolor, al margen de su intensidad, como la molestia permanente. Entonces sí. Lo que los médicos llamamos dolores meteorológicos tampoco suponen causa suficiente para retirar el material metálico del interior de nuestro cuerpo.

-O sea, que eso de que «mañana llueve porque hoy me duele el pie» no es una leyenda.

-Claro que no lo es.

-¿Qué opina de la dedicación exclusiva de los médicos adscritos a los servicios públicos de Salud?

-Cuando yo me vi ante una incompatibilidad, opté por el ejercicio de la medicina privada. No entro en política.