L. S. NAVEROS

Cada vez hay más coches en Oviedo, a los que se suman los vehículos que cada día llegan a la ciudad. Según los datos de la Policía Local, el parque móvil de la ciudad se ha disparado en la última década: si en 1998 había 86.822 coches censados, para una población de 199.549 habitantes, el año pasado se contabilizaron 126.144 vehículos dados de alta en Oviedo, para una población de 226.398 personas. Es decir, mientras el número de coches se ha incrementado en casi un 50 por ciento, la población empadronada aumentó mucho menos, un 13,4 por ciento.

Junto a este dato, está el del número de coches que cada día entran en la ciudad, que también se ha disparado. En 1999, accedían a Oviedo diariamente una media de 99.857 coches, mientras que el año pasado se contabilizaron 146.746 vehículos diarios, un aumento del 47 por ciento.

Con estos datos en la mano, el Ayuntamiento de Oviedo y la Policía Local decidieron poner en marcha el proyecto «Sumobis», un plan de movilidad cofinanciado por la Unión Europea, que pretende reducir el impacto del tráfico sobre la vida ciudadana. Los resultados del plan, que se está desarrollando, además de en Oviedo, en Toulouse, Burgos, Ponferrada, Huelva y Lisboa, fueron recientemente presentados en la ciudad francesa por el concejal de Seguridad Ciudadana, Agustín Iglesias Caunedo, y el intendente Manuel Secades, responsable de su implantación.

Según el balance del proyecto, en las principales arterias de la ciudad, en las que se implantó la «zona 30», la velocidad se ha reducido casi un 13 por ciento. En Muñoz Degraín, la velocidad media pasó de 42 a 38 kilómetros por hora, desde el año 2010 a la actualidad, y la máxima pasó de 105 a 92 kilómetros por hora. En el Naranco, la velocidad máxima se redujo este año a 85 por hora, y en la Tenderina, a 77, mientras que la media es de 30. En San Lázaro el impacto fue mayor, ya que la velocidad máxima pasó de 125 kilómetros por hora a 92, una reducción de más del 26 por ciento.

La implantación de la «zona 30» -carriles de velocidad reducida- y del «plan 30» -la reducción de la velocidad obligatoria en las calles del centro urbano- buscan hacer más habitable la ciudad, «pacificar» el tráfico interno, según palabras del propio Secades. «Oviedo, en un día laborable, tiene 330.407 vehículos moviéndose por su red viaria, y el 50,12 por ciento de los desplazamientos se realizan en el centro urbano», destaca la Policía Local. Es decir, son 165.600 desplazamientos en un casco urbano reducido, lo que ha llevado al Ayuntamiento a intentar impulsar el uso de transportes alternativos, como la bicicleta o el autobús. Aunque la orografía de la ciudad, con numerosas cuestas, no facilita el uso de la bici, la implantación de las bicicletas eléctricas está empezando a animar a los ovetenses a utilizar este medio de desplazamiento «limpio», aunque aún su uso es muy minoritario. El Ayuntamiento y asociaciones como Asturias con Bici no desesperan y van sembrando la cultura de la bici con la construcción de aparcamientos para ciclos y numerosas campañas de sensibilización.