L. S. N.

La historia de las religiones es también una historia de enfrentamientos y de falta de entendimiento, pero ayer en Oviedo creyentes de diez confesiones religiosas distintas con presencia en Asturias unieron sus voces y rezaron juntos por la paz. Acudieron al encuentro anglicanos, miembros de la fe Bahá'í, budistas, católicos, evangélicos y protestantes de distintas iglesias, judíos, musulmanes, ortodoxos rumanos y adventistas. En el salón de actos del centro social de Ciudad Naranco, los fieles hicieron una singular liturgia religiosa por la paz, porque «todos tenemos un elemento común, el amor, y un mismo propósito, la paz».

El encuentro interreligioso fue organizado por representantes de las diez confesiones religiosas, «sin que ninguna haya tenido más protagonismo que otra», para «mostrar al mundo que las religiones son amor y que el amor no puede amparar la violencia». Inspirados en el espíritu de Francisco de Asís, los asistentes quisieron dejar claro a la sociedad que «el fenómeno religioso no puede ser utilizado como elemento de odio entre las personas, los pueblos y las culturas».