E. VÉLEZ

Llegó y deslumbró. Isabel Preysler inauguró ayer la nueva tienda de Porcelanosa en Oviedo, en el polígono del Espíritu Santo, acompañada de tres de sus cinco hijos. Julio José Iglesias, Tamara Falcó y Ana Boyer posaron ante las cámaras y firmaron autógrafos pero no eclipsaron a su madre, la reina del papel couché.

La familia hizo su aparición en torno a las nueve de la noche de manera escalonada y al más puro estilo americano. De un primer coche de lunas tintadas salieron los hermanos mayores, Julio y Tamara, demostrando por qué su clan está íntimamente asociado con el mundo de la moda. Traje azul oscuro, corbata y media melena recogida en un moño para él, y zapatos plateados de plataforma «peep toe», vestido corto gris y abrigo de pelo para ella. «Llegamos hace solo unas horas y nos vamos justo después de la presentación. Es una pena porque Oviedo es muy bonito», comentó Falcó sobre la alfombra roja de entrada al edificio. Madre e hijos viajaron en un avión privado, propiedad de Enrique Iglesias, con el tiempo justo para inaugurar la instalación del Grupo Porcelanosa, regresar a Madrid y asistir a la gala de los Premios 40 Principales en los que el cantante optaba al galardón a mejor artista.

Cinco minutos más tarde, Preysler y su hija menor, Ana, llegaron al polígono del Espíritu Santo. En el estilo de ambas predominaban las lentejuelas y los brillos, en dorado y negro para la madre y en tonos blancos para la joven Boyer, que al igual que su hermana optó por desafiar al frío con un vestido corto. Con un escueto «muy bien en Oviedo» Preysler atendió a los medios de comunicación.

La familia al completo visitó las instalaciones, obra del arquitecto Emilio Llano, y que forman parte de las 400 tiendas que el Grupo posee en todo el mundo. El inmueble, construido de acuerdo al plan especial del polígono del Espíritu Santo, se ubica en una parcela de más de 4.000 metros cuadrados, y el edificio, con 1.700 metros, destina algo más de 1.350 a la exposición y venta de los productos.

El propietario de Porcelanosa, Manuel Colonques, asistió junto a sus dos hijos, Andrés y María, para conocer de primera mano las instalaciones. «He seguido el proyecto de Oviedo desde el principio y estoy muy satisfecho con el resultado, es un edificio espléndido y en definitiva un complejo muy digno para la distribución y venta en la capital del Principado», señaló Colonques.

Junto al arquitecto Llano, el acto contó con una variada representación del mundo de la construcción y la decoración que acompañaron a la familia durante su recorrido por la nueva tienda, que completa las recientes aperturas internacionales del grupo en Brasil, Argentina, Angola o Washington.

No solo la prensa y el mundo empresarial acompañaron a Preysler y a sus tres hijos durante la inauguración de la nueva tienda de Porcelanosa; una veintena de curiosos esperó durante más de una hora a las puertas del edificio la llegada de la reina de corazones. «Vengo de La Corredoria para ver a la Preysler porque siempre me gustó pero solo puedo verla en las revistas. Quiero comprobar si lo suyo es auténtico o ye cosa del Photoshop», decía una mujer junto a la valla del inmueble.

La confusión entre el apellido de la anfitriona de Porcelanosa y el Rey del Rock, Elvis Presley, era frecuente entre el público que, sin embargo, sabía todos los detalles de la vida personal de la familia. «Yo acompaño a la parienta a ver a la Presley porque a ella le gusta y a mí me gusten más les hijes, que tien tres», explicaba uno de los curiosos que se agolparon frente al edificio.

Al final, los gritos de «guapa» y «parece que los años no pasan por esta mujer» fueron unánimes en la aparición de Preysler, que culminó el acto junto a un árbol de Navidad para felicitar las fiestas a los asturianos. Glamour en Oviedo.