Oviedo muestra evidentes síntomas de declive cultural. Los últimos diez años han sido una década perdida para la cultura en Oviedo. Cierres de salas de exposiciones, disolución de la Fundación Municipal de Cultura, pérdida de numerosas actividades y de diversidad cultural jalonan este período de tiempo, que se nos ha hecho tan largo y tan aburrido. Ya sabemos que tenemos una de las más prestigiosas temporadas de ópera de España, que el nivel de la programación de música sinfónica es impresionante, sobre todo para una ciudad de nuestro tamaño, pero ¿y en lo demás? ¿Tenemos la oferta teatral, cinematográfica, de artes plásticas, de otras músicas de capitales de provincia más o menos similares a la nuestra o incluso menores? Creemos que no, por más que en los últimos meses se hayan hecho algunos pequeños cambios. Hace ahora justo un año, surgía nuestro colectivo para llamar la atención sobre las deficiencias culturales de Oviedo. Nuestra alternativa está resumida en una batería de medidas buenas, bonitas y baratas, fácilmente realizables, y sólo una de moderada envergadura económica, pero muy necesaria para la ciudad: reconvertir la Fábrica de Gas en un centro cultural. A través de asambleas abiertas, de contactos con asociaciones culturales y profesionales del sector, Oviedo SOS Cultura ha elaborado un documento estratégico que hemos puesto a disposición de los cuatro partidos con representación municipal. Ahora que en su discurso de investidura ha hablado de revolucionar el modelo de Oviedo, le proponemos darle también un buen repaso a su modelo cultural, perfeccionándolo, diversificándolo, abriéndolo a otros públicos y a la participación ciudadana y descentralizándolo a los barrios. Estaremos encantados y encantadas de discutirlo personalmente con usted.