Carolina G. MENÉNDEZ

«Para poder dar amor hay que amarse y respetarse a uno mismo». Así comenzó ayer en el auditorio Príncipe Felipe la conferencia del psicólogo Daniel López titulada «Amarse para amar», primera del ciclo «Alma, corazón y vida», que organiza la Escuela Municipal de Salud y el Teléfono de la Esperanza, que se desarrollará hasta mediados del próximo mes de abril.

Autoestima, confianza en uno mismo y amor fueron las palabras más repetidas por el colaborador del Teléfono de la Esperanza durante el acto, que congregó a numeroso público. Y apuntó a la autoestima como pilar fundamental del amor, valoración de uno mismo que se forja en la infancia, dijo. «En esta etapa al niño se le debe transmitir que tiene un espacio en la casa, pero no que es el rey», señaló al tiempo que manifestó un aspecto negativo que se repite en todos los hogares: «Desde que nace hasta los 8 años el niño escucha 102.200 veces la palabra no, un promedio de 35 veces al día».

El psicólogo hizo igualmente hincapié en la confianza como base del amor -«si el niño llega a la adolescencia habiendo alcanzado la autoestima disfrutará mucho mejor de esa etapa»- y en la influencia que ejerce la familia sobre él, «aunque a medida que crece es menor frente a la que desempeñan los amigos o el colegio. Entonces, si se siente poco valioso, elude la realidad buscándola en caminos aparentemente fáciles y gratificantes, pero a la larga destructivos, como el alcohol o las drogas».

Para conseguir una vida basada en el amor a nosotros mismos, Daniel López considera necesario partir de una actitud tan básica como el contacto físico, «necesidad humana esencial y universal imprescindible para crecer física y emocionalmente. Porque desde que nacemos necesitamos abrazos; está probado su beneficio en el bebé».

Por el contrario, otras actitudes, como transmitir a los hijos la idea de «sé perfecto, sé fuerte, date prisa, esfuérzate o ve con cuidado», repercuten negativamente en su evolución, ya que «sufrirán las consecuencias de la presión por la perfección, se reprimen las emociones, se malinterpreta el esfuerzo y se invita al no hacer».

Frente a las ventajas que a la persona reporta una autoestima alta -ser abierta, crítica, competente o asertiva, entre otras-, Daniel López detalló las características de quien tiene la autoestima baja: «Se siente inapropiado para la vida, cualquier cosa lo hunde, tiene tendencias depresivas, se juzga duramente, busca la seguridad de los conocidos, es hipersensible a la crítica, siente culpabilidad, tiene un deseo excesivo de complacer o muestra una indecisión crónica».

Para luchar contra éstos y otros pensamientos distorsionados, «que hacen que funcionemos de una manera u otra», el psicólogo propone: «Al despertar, mirarse al espejo y decir "tú sí que vales"; comprarse una flor, ponerla delante y decir "cómo me quiero"; o ir de compras y hacerse un regalo». En definitiva, el psicólogo animó a su público «a levantarse, ver el día como una oportunidad y no como una amenaza». Para finalizar, Daniel López emitió la canción «Caminando», de Amaia Montero, y lanzó una propuesta: «Lo mejor, ser uno mismo».