Las voces de las monjas benedictinas de San Pelayo saldrán del monasterio ovetense por sexta vez. La comunidad religiosa de la calle de San Vicente acaba de editar un nuevo disco. «Celebración eucarística en rito hispano-mozárabe» completa la lista de trabajos discográficos realizados hasta el momento por las Pelayas; esta vez, bajo el sello Aris Música.

La comunidad benedictina presentará hoy el disco en el monasterio, a las doce de la mañana, durante un acto que contará con la presencia de la abadesa, Rosario del Camino; la directora del coro, Ángeles Álvarez, y la organista, María Covadonga Querol. El disco reproduce la grabación de una misa celebrada en honor de San Pelayo el 6 de diciembre de 2004, con motivo del 50.º aniversario de la consagración de la iglesia del monasterio.

Junto al nuevo trabajo la comunidad religiosa ha editado ya cinco discos, puestos a la venta en el propio monasterio y librerías especializadas en publicaciones religiosas: «Cantate Domino, Alleluia», «El lenguaje orante del gregoriano y las campanas, celebración y anuncio de nuestra fe», «Canto gregoriano en el Milenario de San Pelayo, mártir», «Calenda de Navidad y primeras vísperas» y «Escucha».

La calidad musical de las Pelayas ha sido reconocida en numerosas ocasiones. La Conferencia Episcopal española concedió hace siete años a las monjas benedictinas ovetenses el premio «Bravo» por su larga trayectoria en el canto y como reconocimiento a «su labor en servicio de la dignidad del hombre, de los derechos humanos y de los valores evangélicos».

En 2007, el municipio otorgó la medalla de oro de la ciudad a la comunidad de monjas del monasterio de San Pelayo por su contribución al mantenimiento de la cultura asturiana con especial mención al canto gregoriano. La ceremonia tuvo lugar por primera vez en su historia en las instalaciones religiosas de la calle de San Vicente en lugar de la Casa Consistorial, debido a la orden de clausura a la que están sometidas las Pelayas.

La abadía de la calle de San Vicente es una de las que ofrecen mayor calidad coral de toda España, en concreto, para el canto gregoriano. Una de las tradiciones más destacadas de la comunidad religiosa es el canto medieval de la calenda, con el que las Pelayas anuncian cada 24 de diciembre el nacimiento del Salvador. Durante la celebración, las hermanas hacen una excepción y abren las puertas del monasterio a todos los fieles para que puedan oír la calenda, que se interpreta a capella, con una melodía muy sencilla y monocorde que en gregoriano recibe el nombre de «tono de lecciones».

Las voces interpretan el cántico en solitario hasta que llega el momento más importante de la ceremonia: la narración del nacimiento de Jesús, en que la melodía cambia, sube una cuarta y durante unos minutos sólo suena la música de órgano en el recinto. El monasterio de San Pelayo es una de las pocas comunidades religiosas que conserva esta tradición medieval eclesiástica, relegada tras el Concilio Vaticano II, pero que están retomando monasterios, abadías, catedrales y parroquias de todo el país.