E. VÉLEZ

A trece kilómetros del centro de Oviedo un caballo pasta en un terreno de 33 millones de euros. El polígono industrial Olloniego-Tudela II, inaugurado hace casi dos años, no llega al mínimo de ocupación. De las treinta y dos parcelas disponibles, tan sólo hay tres naves finalizadas, entre las que se encuentra un vivero de empresas de la Cámara de Comercio, levantado tras la cesión municipal del solar. El proyecto, como dirían los paisanos de la zona, ha quedado «pa prao».

Los 147.000 metros cuadrados de superficie del polígono supusieron una inversión de 33 millones de euros, de los que 26 procedían de los fondos mineros. El sector empresarial acogió con gran entusiasmo el anuncio del nuevo espacio e incluso, antes de su inauguración, el Ayuntamiento recibió extraoficialmente 68 peticiones de suelo. Las parcelas salieron a la venta a un precio de 70 euros el metro cuadrado y el Consistorio abrió una convocatoria bajo criterios de valoración que priorizaban los proyectos de mayor superficie construida, inversión económica y número de personas con discapacidad contratadas. Los interesados podían presentar propuestas para un máximo de seis parcelas indicando el orden de preferencia, pero optaban a conseguir un único solar. La escasez de solicitudes hizo que el Ayuntamiento ampliase hasta en tres ocasiones el plazo de presentación y, finalmente, adjudicó 13 parcelas del total de 32 del polígono Olloniego II.

El año pasado una nueva convocatoria sacó a la venta las 19 parcelas restantes, pero no consiguió ningún comprador pese a que los pliegos municipales de condiciones eran menos restrictivos que en la anterior ocasión. Desde entonces, el Consistorio no ha vuelto a convocar otro concurso y de los trece compradores, dos renunciaron con posterioridad a la compra.

A día de hoy, la mayor parte de los adjudicatarios no ha comenzado la construcción de sus naves industriales en la vega del Nalón, por eso, el Ayuntamiento ha prolongado las licencias de obra para impulsar la economía de la zona y conseguir que Oviedo sea uno de los pocos municipios que mantienen la implantación empresarial entre sus objetivos primordiales.

La Fundación Laboral de Minusválidos Santa Bárbara (Fusba), perteneciente a Hunosa, es una de las adjudicatarias de Olloniego II, ya que adquirió una parcela de 8.800 metros cuadrados que en este momento no ha empezado a levantarse. «No hay obra civil en marcha, tenemos una prórroga del Ayuntamiento y estamos a la espera de la resolución de los fondos mineros», explican los responsables de comunicación de Hunosa.

Para la Asociación de Empresarios del Polígono de Olloniego, el problema reside en «lo de siempre, estamos bajo cero a causa de la crisis que azota al país». El presidente de la asociación, Macario Fernández, señala que «también pasa en Olloniego I, donde algunas empresas han tenido que pasar de 180 a 40 personas». De la misma opinión es la propietaria de una de las dos cafetería de Olloniego I, María Antonia García, «antes hacía 400 euros de caja y ahora hago 100 en una jornada completa de trabajo».

Junto al caballo, los vecinos hacen ejercicio en las anchas calles peatonalizadas de Olloniego II, donde un par de grúas recuerda que están un polígono industrial.