Un verano de los años ochenta, asistí en Londres a «The lass that loved a sailor», de Sullivan y Gilbert; trataba del amor entre un grumete y la hija del capitán Corcoran, que prefería para ella mejor partido. Esta opereta se burla de los poderes fácticos y critica el acceso de personas poco aptas a cargos de responsabilidad. En una escena preguntan al capitán si alguna vez se ha mareado en el mar, a lo que responde «no». «¿Cómo que no?», protesta el coro de marineros. «No, no y no», añade el barítono. «¿Ni siquiera un poco?». «Bueno... ni alguna vez ni poco», admitió Corcoran, «¡siempre y mucho!». Serán poco aptas, pero ¡con qué propiedad se expresan! Que «Asturias siga siendo Asturias», dice el PSOE; «Comprometidos con Asturias», declara el PP; «Hay otra forma de hacer política», añade UPyD... Y a mí me surge la duda: ¿se marean o no se marean?