Pablo GONZÁLEZ

La Vega cerrará sus puertas definitivamente el próximo 31 de octubre. Ésta es la fecha que Santa Bárbara Sistemas, propietaria de la Fábrica de Armas, se ha puesto para completar la integración de la factoría ovetense en la de Trubia. Ésta es al menos la intención de la compañía, que ayer prosiguió con sus contactos con los sindicatos y los representantes políticos de la región para explicar su plan de traslado. Santa Bárbara Sistemas, filial española de la multinacional norteamericana General Dynamics, tiene clara su hoja de ruta para la integración de La Vega en Trubia.

Esta hoja de ruta incluye un preciso calendario de trabajo para llevar a Trubia 132 máquinas de La Vega y trasladar el personal de forma paralela. Los primeros trabajadores que saldrán de La Vega lo harán a comienzos de septiembre y los últimos entrarán en Trubia el 1 de octubre. Lo que no saldrá de Oviedo son trece prensas de estampación de la ametralladora MG30, ya que, según la empresa, «están obsoletas». Según la compañía, éste es un producto que La Vega no fabrica desde hace 20 años. De todas formas, Santa Bárbara Sistemas asegura que la capacidad de fabricación de esta arma se mantendrá intacta, ya que en caso de que se produzca algún pedido la estampación se «subcontratará» a empresas locales.

En La Vega también se quedará la cabina de pintura. A cambio, la empresa tiene previsto invertir 130.000 en una más moderna. El viaje hacia Trubia tampoco lo hará la galería de tiro, una de las quejas de los sindicatos. Santa Bárbara Sistemas insiste que las pruebas de fuego pueden realizarse en las galerías de tiro que tiene en Palencia y cuando sea necesario en los campos de entrenamiento del Ejército español.

La empresa cuenta también con una clara idea de dónde reubicará en Trubia las máquinas que lleguen desde La Vega. La fábrica ovetense se distribuirá por cuatro naves (cohetes, dardo, montajes y oficinas). Cada una de estas naves necesitará ser remozada para sus nuevos usos. Algunas de las mejoras se centrarán en la instalación eléctrica o las cubiertas. Los primeros trabajos arrancarán a finales de este mes y está previsto que finalicen en la primera quincena de agosto.

El principal objetivo de la empresa es acortar lo máximo posible los períodos de inactividad de los trabajadores y las líneas de producción. Una de las preocupaciones de la cúpula directiva de Santa Bárbara Sistemas es que el traslado altere lo mínimo las entregas de productos previstas, para evitar así retrasos que podrían conllevar penalizaciones. La firma también quiere tener todo listo lo antes posible en previsión de la llegada de nuevos contratos.

Mientras, representantes de Santa Bárbara Sistemas estuvieron ayer en Oviedo para reunirse durante cuatro horas con el comité de empresa (presidido por UGT) de la Fábrica de Armas. De la misma forma, Ángel de Álvaro, adjunto al consejero delegado de Santa Bárbara Sistemas y jefe de los servicios jurídicos, explicó las intenciones de la empresa a Javier Fernández, líder del socialismo asturiano, y a la diputada del Partido Popular Susana López Ares.