Otra vez es viernes en el Café Pizarra (plaza de la Catedral), aunque sus sesiones habituales son las del sábado por la tarde, esas que llaman «La dolce vita» y ponen lounge tranquilo. Para las noches de los viernes suele tocar jazz en vivo, aunque lo de hoy es un poco diferente. Se presenta un nuevo proyecto que, por la pinta, parece que tendrá largo recorrido. De momento sólo se puede decir que la formación es un quinteto, que hacen jazz, pero que también hacen hip hop. De la fusión, en todo caso, no sale como alguno podría sospechar, el funk. Más bien algo completamente diferente. La coctelera ruidista y avanzada, que retuerce bases de lírica popular y suma rimas por encima promete sorpresas. A ver.