-Ser realistas.
-Aceptación de uno mismo y del otro.
-Capacidad para afrontar las frustraciones y dificultades.
-Autonomía personal. Saber estar sin la pareja.
-Suficiente control emocional, pero sin reprimir las emociones.
-Capacidad de empatía para percibir las emociones de los demás.
-Comunicación eficaz. Saber transmitir lo que sentimos y saber escuchar.
-Vivir la sexualidad compartida, sin imposiciones.
-Saber prescindir del placer inmediato y proponerse metas a más largo plazo.
-Ni posesión ni dependencia.