El 3 de marzo del año 2001 fallecía en Oviedo el gaitero Manolo Quirós, a los cincuenta y dos años de edad, en plena madurez artística y personal, víctima de una cruel enfermedad que se lo llevó del mundo de los vivos en apenas cuatro meses.

Otro 3 de marzo, año 2006, un amigo común -el mismo que nos había presentado a primeros de los noventa- me recordó con pesar que se cumplían cinco años de su muerte. Tras lamentar ambos que nadie públicamente se hubiera acordado de él, nos comprometimos a organizarle un homenaje cuando se cumpliera el décimo aniversario, si no lo hacía antes algún otro estamento.

La vida a veces es muy cruel, y este amigo común, Manuel Menéndez, más conocido entre sus amigos por «Lolo el de Cornellana», moría también el 27 de abril del año pasado, tras varios meses de enfermedad. Como es lógico, el homenaje a Manolo Quirós por su décimo aniversario quedó sin hacer. En medio del dolor que el fallecimiento de Lolo me produjo, me determiné a hacer este año el homenaje pensado para el año pasado. Pienso que se lo debo a Manolo. Y, paradójicamente, la falta de Lolo me ha hecho empeñarme más si cabe en intentarlo, a pesar de no poder contar con su ayuda. Pero sí, estoy seguro, con su estímulo y aplauso desde donde esté.

Afortunadamente, Manolo Quirós tenía muchos amigos y admiradores. Era aún mejor persona que artista. Y artista lo fue en grado sumo. A mi juicio, uno de los más importantes dentro de la música tradicional asturiana. Y uno de los más grandes de la gaita, instrumento al que sacó casi del olvido tras los años sesenta y setenta del siglo pasado, años en los que en medio de un abrumador dominio de la música anglosajona, parecía que la gaita y el tambor eran cosa de gente sin cultura. Gracias a la valiente actividad artística de Manolo, en la década de los ochenta la gaita se revitalizó y tomó nuevos rumbos, y hoy se puede decir que goza de una envidiable posición en el contexto musical del folclore asturiano.

Prácticamente todos los artistas con los que me puse en contacto, a través de la Fundación «Gualtier Maldè», para invitarlos a participar en el homenaje accedieron de inmediato y de buen grado a la invitación. La nómina de los que van a salir al escenario del teatro Filarmónica el 24 de mayo, jueves, a las ocho de la tarde, es de verdadero lujo: Vicente Díaz, el Che de Cabaños, Josefina Argüelles, Alfonso Fernández, Jorge Tuya, Mari Luz Cristóbal Caunedo, José Manuel Collado, Las bandas de gaitas «Ciudad de Oviedo» y «Teixu-Manolo Quirós», Manolo Peñayos («Nuberu»), el grupo «Felpeyu», José Manuel y Javier Tejedor, Héctor Braga y Xuacu Amieva. A ellos hay que añadir a José Ángel Hevia y Joaquín Pixán, los cuales, al no poder asistir por compromisos profesionales, mandarán un vídeo con una pieza grabada entre ambos expresamente para la ocasión.

Quien quiera, pues, acercarse a la figura de Manolo Quirós, o quien quiera simplemente recordarle, tiene la oportunidad de hacerlo acudiendo al teatro Filarmónica el próximo 24 de mayo. Y además contribuirá a ayudar, en estos tiempos de crisis, a una entidad benéfica como es la Cocina Económica: la taquilla del teatro, una vez descontados los gastos del concierto, irá íntegra para la ejemplar institución de caridad.