Pablo GONZÁLEZ

Los responsables de un centro de formación denunciado por una supuesta estafa por decenas de ex alumnos a causa de un curso de tanatoestética y tanatopraxia afirma que está siendo víctima de una campaña de «extorsión» por parte de los denunciantes. La empresa, cuya sede central está La Coruña, afirma que viene sufriendo «amenazas y destrozos» en sus centros de estudios.

Desde la dirección de la compañía afirman que las denuncias provienen de «cuatro o cinco» ex alumnos en venganza por tener que seguir pagando el curso tras ser requeridos por vía judicial por la academia. Para «vengarse», y siempre según la empresa, los denunciantes están «acosando y extorsionando» a alumnos de la academia para que denuncien. El centro de estudios explica que los denunciantes tratan de «adherir alumnos a su causa» con la promesa de que si acuden a los tribunales «puede salirles el curso gratis, además de posiblemente cobrar una indemnización». La firma lamenta que la situación está dañando gravemente su imagen.

Este centro de estudios está siendo investigado en Asturias por un juzgado de Oviedo, que ha abierto una causa penal tras las denuncias presentadas por varios alumnos que se matricularon en un curso publicitado como de técnico en tanatoestética y tanatopraxia en las sucursales que tiene en la capital y en Gijón. Un nutrido número de los afectados en Asturias, que han contratado al abogado ovetense Fernando de Barutell, presentaron denuncias tras no conseguir las prácticas prometidas a la hora de adquirir el curso. Por él, y según las declaraciones de los afectados ante la Policía Nacional y el juzgado, pagaron entre 1.990 y 3.400 euros por el curso.

El centro ha sido denunciado en distintos puntos del país. En casi todos ellos la denuncias por vía penal fueron archivadas para ser remitidas a la vía civil. Asturias es la única comunidad por el momento que mantiene la vía penal abierta. La instrucción arrancó en el Juzgado número 4 de Gijón. Pero la investigación se ha dejado en manos del Juzgado de instrucción número 3 de Oviedo, ya que la primera denuncia se produjo en la capital.