Ángel FIDALGO

Razón, religión y amor. Los tres pilares educativos de Don Bosco planearon ayer sobre sus reliquias en la capilla del colegio salesiano de la Fundación Masaveu, adonde habían llegado el día anterior por la tarde. Hoy, a las 10.30 horas, serán despedidas por los alumnos del colegio.

Una misa concelebrada, tan solemne como multitudinaria, presidida por el arzobispo, Jesús Sanz, servía para venerar, recordar y ensalzar la figura de San Juan Bosco, religioso italiano fallecido en Turín en el año 1888, que dedicó toda su vida a la educación de los niños y jóvenes más desfavorecidos.

A lo largo de todo el día de ayer cientos de personas rindieron culto piadoso a las reliquias, situadas frente al altar de la capilla del centro de enseñanza.

Una urna de dos metros y medio de largo y 850 kilos de peso, acoge la réplica de la imagen momificada de Don Bosco, que se encuentra en la basílica de María Auxiliadora de Turín, que en su interior conserva en una imagen lacrada, a la altura del pecho, una de las manos del santo.

En la misa de ayer, a la que acudieron grupos de la familia salesiana llegados desde Castilla y León y distintos puntos de Asturias, sirvió de homenaje a María Auxiliadora en la fiesta de Pentecostés.

El arzobispo, Jesús Sanz, recordó los años felices de estudiante que pasó en el colegio salesiano de Atocha, en Madrid, y dio las gracias a sus religiosos por lo mucho que recibió. «Sobre todo, los salesianos me enseñaron a vivir cristianamente toda la vida».

A los fieles congregados en la capilla del centro educativo, que ayer se quedó pequeña para la celebración religiosa, el Arzobispo les dijo que «venerar las reliquias de San Juan Bosco es pasearnos por la memoria de un santo que sabemos que está delante de Dios».

Entre los asistentes se encontraba el abogado y poeta nicaragüense afincado desde hace muchos años en Oviedo, Heradio González Cano, que como buen ex alumno salesiano lucía un anillo con la figura silueteada de Don Bosco. «Posiblemente en este acto soy el decano, porque hace más de cincuenta años que tuve la gran suerte de estudiar con los salesianos en mi país», aseguraba.

Las reliquias de Don Bosco recorren el mundo entero con ocasión del segundo centenario de su nacimiento en 1815, y este fin de semana llegaron a Oviedo oportunamente coincidiendo con el inicio de las celebraciones del 50.º aniversario de la inauguración del colegio de la Fundación Masaveu, situado en la zona alta del Parque de Invierno.