Carolina G. MENÉNDEZ

«Soy un pintor de ahora, figurativo, muy fiel a una realidad que trato con cariño». Quien así se define es Juan Fernández, que hasta el 20 de abril expone en la sala del Banco Bilbao Vizcaya de la calle San Francisco una colección de 34 cuadros de pequeño y mediano formato. Playas, fuentes, composiciones, reflejos de agua y algún paisaje urbano integran la muestra, que lleva por título «En torno al agua», un elemento familiar y próximo al artista, que vive a caballo entre su Ayamonte natal, en Huelva, y Madrid.

Si durante su estancia en la localidad andaluza Juan Fernández centra su trabajo en el paisaje que le rodea y la luz que caracteriza las tierras del sur -«fuerte, dura y transparente», según señala-, en la capital sus creaciones tienen como protagonista el asfalto -«que también tiene belleza», afirma- y en composiciones realizadas a base de objetos y cacharros específicos de la medicina o la farmacia, así como de piezas antiguas que llaman su atención en los paseos por la ciudad y principalmente por el rastro madrileño. Sobre el lienzo, estos objetos cobran vida: «Intento que tengan alma para que el cuadro no sea frío, que muestren textura, pero huyo de convertir la obra en una fotografía», comenta el pintor, que durante doce años impartió enseñanzas en el taller del Prado.

En sus paisajes, sobremanera en los urbanos, Juan Fernández, licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid en la especialidad de grabado, plasma hasta los detalles más insignificantes, revelando pequeños elementos sobre los que la mirada no suele posarse. Es extremadamente minucioso, «porque cuando pinto paisaje quiero ser real. Me gusta tratar ese realismo con cariño», dice.

Para conseguir imágenes tan fieles a la realidad, antes de enfrentarse al lienzo toma apuntes al natural y realiza dibujos que luego desarrolla en el estudio. Reconoce que su pintura está muy cuidada: «Una vez que el dibujo está terminado empiezo a manchar. También me ayudo de fotografías».

Juan Fernández se considera un artista clásico moderno, muy en la línea de su tiempo, dice; si bien reconoce que en el mercado del arte actual abundan las creaciones abstractas, «más de moda hace unos años que en este momento, también existe una pintura realista de vanguardia». De hecho, afirma que se está produciendo un «renacer del realismo, la pintura con la que la mayoría de las personas ha comulgado».