Cantante ovetense, refunda «Amistades Peligrosas»

Javier BLANCO

Cristina del Valle es del Naranco de Oviedo de toda la vida, aunque ahora vive casi en la otra punta, en Sevilla. Se va a casar pronto con Manuel Domínguez Moreno, ejecutivo del grupo Cambio 16. Cristina del Valle vive feliz en la capital andaluza. Tiene un burro que se «llama "Fuego" y me sigue a todas partes, y dos perros». Antes del relax estuvo un largo tiempo en la República Dominicana, donde empezó a gestar el regreso de «Amistades Peligrosas», el grupo que le dio fama en compañía de Alberto Comesaña. Para la vuelta Del Valle cambia de pareja y lo hace con Manu Garzón. Debutarán en esta nueva etapa el 30 de junio, «Día del orgullo gay», en la plaza de España de Madrid.

-¿Cuántos años sin «Amistades peligrosas»?

-Desapareció en 1998. Ese año hicimos la última gira.

-¿Por qué lo rescata?

-Porque me gusta el tema vocal. En los últimos tiempos trabajaba mucho en directo el tema vocal mixto. Mi manager me habló de Manu, me dijo que su voz empastaba bien con la mía. Yo estaba en la República Dominicana, así que conecté con él a través de internet. Me mandó un par de canciones y yo a él. Tiene una gran voz. Canta jazz, soul, rock..., empasta conmigo como la de Alberto (Comesaña). Fue mágico. Encima vi que en la República Dominicana y en Latinoamérica en general me conocían por «Amistades». El nombre es de mi propiedad, así que decidí regresar. Hice el primer ensayo con Manu de inmediato en la República Dominicana.

-¿Le da vértigo volver?

-En Sudamérica se mantiene el «fenómeno fan». Fue una gran experiencia y ésa fue una de las razones de retomarlo.

-Hay disco en camino y ¿también gira?

-Ya estamos consolidados y ya empezamos a trabajar juntos con todo mi equipo; empezamos con Pachi Carrasco, hombre de Juan Luis Guerra y Carlos Vives. Me hizo una canción de título «Me quedaré sólo en bachata».

-¿Y es una bachata?

-Con dos versiones; una más disco y una muy pura. Ya digo, la idea era hacer Latinoamérica, porque allí vendimos discos a montones. Era una asignatura pendiente.

-¿Cómo recuerda el tiempo de «Amistades peligrosas»?

-Fue un sueño. Fue una locura. Teníamos una relación de pareja poco madura y de pronto el éxito. Sin tiempo vino todo y la vida se descontroló. Fue una dinámica veloz y eso nos devoró. Se junto una relación de pareja con el trabajo juntos, sin madurez, con ideas distintas, con objetivos distintos... Fueron quince años de relación y me fui cuando el grupo estaba arriba.

-Usted sigue en la lucha.

-Pues, sí, con la Plataforma de Mujeres Artistas Contra la Violencia de Género. He estado en El Cairo para pedir una Constitución escrita en femenino. Lo hicimos en plenas elecciones y nos reunimos con todos los grupos políticos.

-¿En todos estos años se encontró con «amistades peligrosas»?

-No sólo las encontré; hasta me las he ido buscando personalmente yo sola, pero ya le doy una connotación positiva, las amistades con los grupos revolucionarios y solidarios.

-¿Personalmente, qué tal su relación con Hevia?

-Buena. Estuvo a punto de venir a la República Dominicana a colaborar.

-Uno de los últimos conciertos en Asturias de «Amistades Peligrosas» fue en San Lázaro y con llenazo.

-Me acuerdo más de los de la plaza de toros, precisamente tocaba conmigo Hevia en alguna canción. En San Lázaro fui al colegio, por cierto.

-El nuevo disco tiene que ver con ese mundo suyo tan solidario.

-El título lo define bien: «El arte de amar». Sólo el amor puede salvar el mundo, la capacidad de tener visión global. El ejemplo es la periodista, escritora y activista mexicana Lydia Cacho. Ella jamás sintió odio. No se puede desde el odio. Yo era muy guerrillera porque estaba muy dañada por mi experiencia personal de malos tratos en mi casa, pero luego te das cuenta de que con el amor se pueden solucionar cosas. Lo aprendí de otras líderes del mundo.

-«El arte de amar» es un mensaje de amor y también sabemos que hay bachata, ¿qué más?

-Toli Morilla me ha compuesto una canción que se llama «Boca dorada», inspirada en el Corto Maltés de Hugo Prat. Y también hay otra pieza de Tontxu. Rescatamos tres de «Amistades Peligrosas» y hay de otros autores para completar el álbum.