Arquitecto y urbanista

E. F.-P.

El arquitecto y urbanista Víctor García Oviedo habla con entusiasmo de «la oportunidad que para Oviedo, y para Asturias», supone la liberación de los terrenos de La Vega. Obviando el problema laboral, cuya resolución deja en manos de políticos y empresarios, y estrictamente desde el punto de vista profesional, García Oviedo considera evidente el valor «estratégico» del solar, decisivo para renovar la capital asturiana.

-La intención del Ministerio de Defensa, tras el cierre de la Fábrica de Armas, es vender los terrenos y las instalaciones.

-Decir hoy que la Administración pública se tiene que hacer cargo de eso es una utopía. Tiene que ser la promoción privada gestionada por lo público, obviamente. Puede ser a través de cesiones durante un cierto plazo, convenios... El poder público ha de captar capital privado, pero no puede ceder la gestión. Es ella la que determina los usos y aprovechamientos, con el Plan General de Ordenación Urbana.

-¿Quién ha de liderar el proyecto de futuro de La Vega?

-Éste es un proyecto de comunidad, de capitalidad y es al Gobierno regional al que le corresponde su gestión. Aunque a veces el alcalde de Oviedo, sobre todo el anterior alcalde, entienda que él gestiona Oviedo como concejo, como ciudad y como capital, no, no es así. La capital de Asturias la gestiona el Principado.

-¿Qué uso dar a los terrenos?

-Hay gente que ya ve allí unas torres. Aquí el desarrollo de la forma está muy mediatizado porque hay edificios que preservar como patrimonio artístico e industrial. Es un ecosistema urbanístico arquitectónico que habría que tratar con cierta delicadeza. Es un área muy significada, con un valor simbólico y hay que tratarla con mucho cuidado; no puede entrar cualquiera ni de cualquier manera.

-¿Entonces ?

-Hoy se tiende a la promiscuidad de usos, que permite la interrelación de todas las ciudades que hay dentro de una ciudad, porque en Oviedo hay muchas ciudades: una ciudad administrativa, otra sanitaria, una ciudad para los turistas... Éste es el momento del urbanismo. Ahora es cuando un gestor público demuestra su valía. Gestionar con dinero es fácil.

-¿Confía en la altura de miras de los políticos asturianos para sacar adelante un proyecto de esta envergadura?

-Los políticos han de buscar acuerdos. En el Ayuntamiento hay un cambio, una mayor disposición al acercamiento, pero es el Principado el que está legitimado para gestionar los proyectos de capitalidad, como éste. El de La Vega es el proyecto más importante para Oviedo, debe estar legitimado por la sociedad y requiere finura política. Y tiene que haber un concurso internacional de ideas.

-Es una oportunidad, pero exige correr grandes riesgos.

-Es una operación fundamental para Oviedo y fundamental para un período de crisis, en el que la gente necesita expectativas e ilusionarse en un proyecto. Esta pieza permite reordenar Oviedo, convertir la entrada de la autopista en un bulevar, con el nuevo Hospital, la iglesia prerrománica... Es un proyecto en favor de la cohesión social y territorial.