P. G.

El apagón de ayer en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) no ha sido el primer problema de estas características que sufre el centro. El último «gran apagón» tuvo lugar el 12 de enero de 2010. Pero aquel fue muchísimo más grave que el ocurrido ayer, ya que fallaron algunos generadores en servicios tan sensibles como los quirófanos, urgencias y la uvi. Esto obligó a muchos médicos a utilizar linternas para realizar sus funciones en urgencias.

Uno de los principales problemas estuvo en que el apagón, que sólo duró una media hora, tuvo lugar con la jornada en marcha y algunas operaciones iniciadas. Por eso se dieron casos en los que los cirujanos tuvieron que apurar la intervención y rematarlas utilizando técnicas e instrumental tradicional, ya que el material eléctrico estaba inutilizado por la falta de energía. Tampoco funcionaron correctamente los grupos electrógenos de la uvi. Pero en esta área las máquinas siguieron funcionando ya que cuentan con baterías propias que tienen una autonomía que varía entre los cuarenta y cinco minutos y las dos horas.

Una de las costumbres que tienen los servicios de mantenimiento del hospital es, según comentaron trabajadores del hospital ayer a este periódico, poner en marcha, generalmente todos los viernes y durante una hora, los generadores del centro para comprobar que están en perfecto estado de revista. En el apagón de ayer demostraron que así es a pesar de todos los problemas que hubo por la falta de luz.