Javier NEIRA

Once cantantes, directores y gestores se reunieron al mediodía de ayer en el escenario del teatro Campoamor -un detalle de originalidad y verismo- para presentar «Lucia di Lammermoor», de Donizetti, segundo título de la LXV Temporada de Ópera de Oviedo, que desde el próximo sábado hasta el día 20 se ofrecerá en cinco funciones. Ambiente de gran acontecimiento, análisis profundos de la obra, explicaciones personales de los detalles de la ópera y sólo cuatro medios de comunicación para asistir a la rueda de prensa.

Javier Menéndez, director artístico de la temporada, abrió la presentación, indicando que en la mesa estaban los cantantes de los dos repartos -uno para cuatro funciones y el otro para una- que se van a ofrecer de Lucia, que, añadió, con éstas se presentará 25 veces en la temporada del Campoamor. La primera fue en 1948, cuando arrancó la temporada tras las reconstrucción del teatro. La última, en 2007, en que se estrenó la producción que ahora se repone y que ha pasado por los teatros de Santiago de Chile, Bilbao o Las Palmas. Como apostilló Menéndez, quizá vaya ahora a Los Ángeles y La Coruña.

El director artístico destacó, asimismo, la calidad de los dos repartos. El primero, cronológicamente, tiene mucha experiencia en esta producción, ya que todos los cantantes, salvo el tenor Arturo Chacón-Cruz, han trabajado en diferentes funciones y escenarios. El segundo cuenta con cantantes tan destacados como la soprano Sabina Puértolas, que ya participó en la temporada carbayona en «Popea» y «La Rondine». También hubo elogios para el maestro Marzio Conti, que, al frente de la orquesta Oviedo Filarmonía, debuta en la temporada de Oviedo, y para el director de escena Emilio Sagi, que ha dejado por unos días su trabajo en Valencia en «El dúo de la africana» para estar en Oviedo e inmediatamente partirá para dirigir «El juramento».

En su turno, Emilio Sagi tomó la palabra para indicar que estaba en casa, en su ciudad natal y en el teatro donde había debutado en 1980. Comentó, en relación al equipo técnico del coliseo ovetense, que tan bien conoce, que con los años cada vez valora más trabajar con amigos y compañeros de siempre. Respecto al maestro Marzio Conti, italiano, destacó que había trabajado con él en la zarzuela «La del manojo de rosas» y que se quedó maravillado de ver cómo no siendo español dirigió esa obra con una fuerza, energía y casticismo fantásticos.

Sobre su propio trabajo como director de escena, Sagi comentó que quería hacer una «Lucia» desnuda, con pocos elementos, simple y en el espíritu de las novelas góticas. Añadió que se había licenciado en la Universidad de Oviedo, donde fue profesor, y tuvo como maestro a José Benito Álvarez-Buylla, «que sabía mucho de literatura inglesa» y le introdujo en las novelas inglesas como ésta de Scott. Explicó cómo en la ópera se funden en uno dos personajes perversos de la novela y cómo Lucia se ve superada en un mundo de hombres en el que apenas es más que una moneda de cambio. Sagi recordó que se suele imputar a Donizetti falta de interés por los argumentos y añadió que no era el caso. «Si al público le gusta esta ópera por algo es», sentenció. Comentó de la escena los claroscuros, las transparencias, los espejos, los sombreros como chimeneas inglesas, y afirmó que la escena de la torre tenía una enorme carga dramática.

También subrayó que si bien la producción es la estrenada en 2007 siempre se trata de hacer las cosas distintas y buscar novedades. «Cada persona es un mundo, es una suerte trabajar con artistas que aportan sus propias pasiones. Aunque los argumentos a veces sean absurdos, los cantantes suman sus vivencias y pasiones y los engrandecen». No dejó de decir, entre bromas y veras, que le hubiese gustado introducir alguna variación, pero que el presupuesto no lo permitía.

J. N.

El maestro Marzio Conti, que se encargará de la dirección musical de «Lucia di Lammermoor» en las cinco funciones programadas en el teatro Campoamor, destacó, por su parte, el «ambiente de grandísima profesionalidad y amistad» que se respira en los ensayos. Recordó la dificultad ambiental de la obra, «que si se actualiza no sale y en la Edad Media es complicado ofrecerla. La presentación gótica que veremos es genial», afirmó.

La soprano Mariola Cantarero, que encarnará el papel de Lucia, comentó a su vez que era el papel que más veces había hecho, «tiene el sello de Emilio Sagi». Añadió que «ha sido una grata sorpresa trabajar con el maestro Conti, que insufla entusiasmo, matices y colores. El personaje siempre me ha atraído y se lleva un trozo de mí en cada representación, incluso en los ensayos». Explicó con gracia que tras el último ensayo «llegué a casa muy triste y pensé que me estaba volviendo chalada».