E. VÉLEZ

Los alumnos del Colegio Poeta Ángel González, antiguo Corredoria II, necesitan linternas para realizar las actividades extraescolares de la tarde en la cancha cubierta. La Consejería de Educación construyó la instalación el pasado año a petición de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) para que los niños tuviesen un polideportivo complementario al gimnasio del centro. Finalizada la obra, la luz brilló por su ausencia sin una instalación eléctrica ni focos en la cancha.

Desde la entrada del horario de otoño, los estudiantes de Primaria apenas ven lo que hacen a partir de las seis de la tarde. Practicar balonmano llega a convertirse en un deporte de riesgo sin ver el balón, y algunas fiestas del calendario se quedan sin celebración exterior.

Los matriculados en triatlón practican bicicleta con los faros encendidos para no chocar, y los goles de los partidos de fútbol no se aprecian con suficiente claridad.

Para la secretaria del AMPA, Natalia Cancelo, «no es de recibo que te dejen una cancha cubierta sin luz cuando saben que en Asturias es noche cerrada a media tarde».

Los padres denuncian más deficiencias en el polideportivo cubierto, al que califican de semicubierto. La lluvia se cuela en la cancha por falta de protección en los laterales, y los charcos se forman constantemente e impiden la realización de algunas actividades. «Estamos esperando que el Principado cierre próximamente uno de los lados con un muro o una pantalla de metacrilato», asegura Cancelo.

Con la oscuridad y la lluvia en contra, el AMPA ha decidido tomar medidas de urgencia. El último amagüestu del colegio tuvo lugar en la cancha gracias al dinero de la asociación de padres. Dedicaron 108 euros de sus fondos al alquiler de un equipo de luces halógenas que permitieron a los asistentes disfrutar de 100 kilos de castañas, 100 litros de sidra dulce y 300 envases de zumo de manzana sin necesidad de alumbrar con una linterna. La fiesta se convirtió en un acto reivindicativo en el que los padres apagaron las luces durante cinco minutos en señal de protesta.

De no conseguir una instalación eléctrica en la cancha en los próximos meses, la AMPA baraja la posibilidad de llegar a un acuerdo con algún club deportivo para conseguir un equipo prestado. «Cuando pedimos la construcción del polideportivo hace cuatro años nos manifestamos en la calle y nos hicieron caso. En esta ocasión, esperamos no llegar a eso», matizó Cancelo.

En La Corredoria hay varias obras pendientes, la construcción de un nuevo instituto y la ampliación del Colegio Carmen Ruiz-Tilve con un aulario de Primaria.

La consejera de Educación y Cultura, Ana González, calificó el instituto de «urgencia inmediata», en respuesta a una pregunta del diputado de Foro Manuel Peña durante su comparecencia en la Junta General del Principado el martes.

La Consejería también ha anunciado la ejecución de la segunda fase del Carmen Ruiz-Tilve en mayo del año que viene, aunque el comienzo del funcionamiento de la instalación aún está en el aire. Los padres de los alumnos de Infantil están pendientes de reunirse con Ana González para trasladarle su preocupación por dónde estudiarán sus hijos cuando finalicen educación Infantil. Las AMPA de los colegios I y II han manifestado que en sus aulas «no cabe ni un niño más».