Nuria Formentí conoció primero a la escritora Ángela Becerra por su novela «Lo que le falta al tiempo». Después, en un viaje a Colombia, adonde la pintora asturiana siempre regresa después de que Cartagena de Indias fuera su epicentro vital entre los 9 y los 19 años, descubrió a Ángela en el mismo avión. Nuria «no es de ésas», pero por una vez rompió la pauta de conducta habitual y al «¿eres Ángela Becerra?» siguió una conexión especial que los años han convertido en «amistad mágica». Becerra encontró en Formentí una «sensibilidad extraordinaria», se apasionó de su fuerza, de sus colores, de su obra y enraizaron casi desde una estética.

Eso fue hace tres años. Ahora, con Ángela Becerra en Barcelona y Nuria Formentí en Oviedo, la pintora empezó a trabajar en otros cuadros que no se parecían a los retratos ni al camino figurativo recorrido hasta ahora. Se los enseñó a la novelista y ella supo que quería escribir sobre esos lienzos y que esas copas vistas desde el suelo, boca arriba, eran «Lo que me dijeron los árboles». Así, Formentí fue dibujando copas recortadas contra un cielo casi blanco y Becerra acompañó titulando cada lienzo.

La novelista saca de la nueva exposición de Formentí una enseñanza para estos tiempos duros: «Te invita a escuchar a los árboles, a levantar la mirada, a mirar al cielo, a respirar». La pintora lo que hará será mostrarlo al público, hoy mismo, a partir de las ocho de la tarde, en la galería Lola Orato (calle Oscura). Acompañarán el estreno los poemas de Pedro Letai con música de Pedro Lantero.