Hartos de malas noticias, del paro, la coyuntura económica y la corrupción, los ciudadanos están ávidos de buenas nuevas. Por eso, las personas que estaban ayer haciendo sus compras, comiendo o disfrutando de su tiempo de ocio en el edificio de Santiago Calatrava, en Buenavista, no dudaron en aplaudir cuando los sanitarios se llevaron en una camilla a la mujer que acababa de dar a luz a una niña en los baños de la hamburguesería del centro comercial. Además, algunos ovetenses compartieron el momento en las redes sociales alegrándose de la buena nueva. La madre, según sus allegados poco amiga de ser el centro de atención, pasó una «vergüenza enorme» en ese momento. Ya en el hospital, la flamante mamá permaneció en reanimación unas horas charlando con sus amigas sobre las extrañas circunstancias del parto. «Ella tiene muchos huevos», comentaban después en su círculo de amistades. La pequeña aún no tiene nombre; la mujer que falleció minutos después de su llegada al mundo se llamaba Trinidad.