Chus NEIRA

Decía Elvira Lindo el otro día, y a cuenta de otra cosa, que «procesionar» era «un verbo que nació con la democracia». Pero no. La procesión, que a veces va por dentro, en este caso lleva paseándose desde hace tiempo por la lengua común de los hablantes de español. Y, al menos en las citas que ofrece el Diccionario de Manuel Seco, las referencias son anteriores a nuestra democracia. Por poco, pero anteriores.

Manuel Seco incluye en su Diccionario, uno de los de referencia en el uso del español, el verbo «procesionar» como «sacar en procesión». Y pone de ejemplo un texto de marzo de 1975 del «ABC»: «Habían organizado una procesión. La lluvia se anticipó veinticuatro horas a la rogativa pública. Los gaditanos dijeron que no: que a El Aguador había que procesionarlo de todas maneras».

La impresión que existe sobre el verbo «procesionar», incluido en todos los diccionarios del uso del español, pero no recogido todavía por el de la Real Academia Española, es que habitualmente se emplea como verbo intransitivo, pero Manuel Seco recoge las dos posibilidades, la variante con complemento, como en el ejemplo que se acaba de reproducir, y la variante intransitiva, con el significado de «ir en procesión», y su correspondiente cita, también de 1975: «Ocho magníficos pasos procesionaron en Navas del Rey en su Semana Santa».

Es, pues, y así está extendido entre los hablantes, verbo transitivo o intransitivo, según los casos y que, como señala la Fundeu, «se puede considerar incorporado» a la lengua española, ya que sus hablantes lo utilizan y los diccionarios de uso, también. No sucede lo mismo, no figura en los diccionarios de uso, la acepción de «manola» como dama de mantilla, muy común también en la jerga de la Semana Santa.