La dirección de Santa Bárbara Sistemas (SBS) culpa de la situación por la que atraviesa la Fábrica de Armas de Trubia, inmersa en un expediente de regulación de empleo, a los sindicatos. Así se refleja en una carta remitida por un alto cargo de la empresa al diputado por Asturias en el Congreso de los Diputados Antonio Trevín (PSOE). Ángel de Álvaro Montero, adjunto al consejero delegado de Santa Bárbara Sistemas, envió la misiva a Trevín a raíz de un artículo del político socialista publicado por este periódico en el que criticaba la actitud de la empresa.

Montero sale al paso de las críticas del parlamentario socialista argumentando que debe ser conocedor de que «las fábricas asturianas de SBS llevan arrastrando desde hace años problemas estructurales que no se pudieron resolver en su momento debido a la oposición sindical a la adopción de medidas dirigidas al logro de una mayor eficacia en la actividad de esta empresa». El directivo de la filial en España de la multinacional norteamericana General Dynamics se refiere así al intento fallido de 2007 de cerrar la Vega y trasladar a los trabajadores y las líneas de producción a Trubia. Algo que sí se hizo en abril del año pasado y que concluyó a finales del mismo año. Ciento siete días después de finalizar la integración de la Vega en Trubia, la dirección de Santa Bárbara Sistemas anunció su intención de despedir a la mitad de la plantilla. Medida que Montero también justifica en su carta. «Cuando finalmente pudimos acometer la integración hace un año (de la Vega en Trubia), ignorábamos aspectos importantes como el significativo recorte que el Ministerio de Defensa iba a introducir en sus presupuestos para 2013» y pone como ejemplo que «contratos tan importantes para Asturias como los de los vehículos blindados Leopard o Pizarro presentarían importantes dificultares para su materialización». Una de las críticas vertidas por Trevín en su artículo fue «el engaño» que supuestamente urdió Santa Bárbara Sistemas cuando justificó el cierre de la Vega para mantener los puestos de trabajo en Trubia. «En ningún momento faltamos a la verdad entonces cuando defendíamos una apuesta clara por el mantenimiento del empleo y de la actividad en Trubia», prosigue Montero, pero «desafortunadamente, a veces, la realidad altera de forma imprevisible los planes». Por eso el directivo advierte de que «no hacer nada no es una opción» y que la reestructuración «es ineludible para conseguir la viabilidad de la empresa».