P. G. P.

«Frustrante», «tomadura de pelo» o simplemente una justificación «para hacerse la foto para su campaña de imagen». Éstas fueron algunas de las críticas vertidas ayer por los grupos municipales del PSOE e IU en el Ayuntamiento de Oviedo a la reunión mantenida el jueves por el alcalde, Agustín Iglesias Caunedo (PP), en Madrid con el ministro de Industria, José Manuel Soria (PP), en la que el regidor ovetense le trasladó su preocupación por el futuro de la Fábrica de Armas de Trubia.

Para Alfredo Carreño (PSOE), la reunión fue «una tomadura de pelo», ya que considera que el Ejecutivo central al que pertenece Soria «es el principal responsable del cierre de la Vega y de los despidos que se están planteando en Trubia». Carreño cargó contra el Alcalde por «aprovechar la situación para hacerse la foto con un Ministro que está propiciando el fin» del sector de Defensa en Oviedo. «Es indignante que lo aproveche para su propia campaña de imagen», apuntó Carreño.

Mientras, Roberto Sánchez Ramos, «Rivi» (IU), considera que la Fábrica de Armas «se merece más que una foto» y aseguró que la reunión sólo tuvo un fin «propagandístico» que, además, causa «una pérdida de respeto político e institucional a toda la Corporación». Sánchez Ramos añadió que Caunedo fue a Madrid «a miagar» y «mendigar» una foto «con un compañero de partido para que le diera palmadas en el hombro», en lugar de «demostrar contundencia» para evitar los despidos en la factoría trubieca. El portavoz municipal de IU considera que el apoyo del Alcalde a los trabajadores de la fábrica durante sus movilizaciones contra los despidos «ha sido meramente testimonial» y que el resultado de la reunión con Soria «es una broma macabra». Sánchez Ramos aseguró que Caunedo debe demostrar que «quiere más a Oviedo y a su gente que a su partido».