La modalidad más moderna del lanzamiento de disco, «discogolf», hará que Estados Unidos y Noruega se fijen en la ciudad a partir de septiembre. Los países más fanáticos de este deporte, consistente en encestar un platillo de plástico en el menor número de lanzamientos posible, no se pierden ni un solo torneo. Oviedo acogerá el Campeonato Nacional justo después de San Mateo, y, aunque los participantes serán españoles, los organizadores esperan llamar la atención mundial.

La prueba tendrá lugar en el Parque de Invierno y en el de Pura Tomás. Éste último aún no ha sido inaugurado, pero ya cuenta con varias canastas para practicar «discogolf» de acuerdo al reglamento oficial. Los miembros de la recientemente creada asociación ovetense de disco volador practican a diario al aire libre en ambos escenarios, ante la estupefacta mirada de algunos viandantes que todavía no conocen los secretos de este original deporte.

El ovetense Carlos Álvarez Río, tricampeón del mundo de «discogolf» y residente en Noruega, introdujo la modalidad en la ciudad el año pasado. El alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, dio su visto bueno al campo del Parque de Invierno e incluso probó su puntería en los nueve hoyos repartidos en el terreno ubicado junto a la casa de la Montaña.

Carmen Ortega forma parte de la asociación de «discogolf» de Oviedo y asegura que cada día son más los que se interesan por la práctica del juego. «Por el momento, somos una decena de personas en la agrupación, pero el interés crece a medida que nos ven en acción en el campo de juego, porque la gente se da cuenta de que es muy divertido».

La equipación básica de este deporte es sencilla y asequible. Basta con un disco de plástico, de colores brillantes para facilitar su visibilidad, y ropa cómoda. Los platillos están a la venta en tiendas deportivas y jugueterías, pese a ser un objeto que muchos asocian a la playa y a los años ochenta.

Varios colegios del municipio se han interesado por el «discogolf» para que los alumnos hagan deporte. Por ejemplo, los estudiantes del Veneranda Manzano, al pie del Parque de Invierno, ya han recibido varias clases magistrales del tricampeón mundial, al igual que los matriculados en el módulo de actividad física del Instituto Alfonso II.