El presidente del Club Autocaravanista del Principado de Asturias, Isaac García Palacio, acusó ayer al presidente de la Unión Hotelera, Fernando Corral, de utilizar a los «autocaravanistas como chivos expiatorios para justificar su incapacidad de mejorar los resultados hoteleros».

Corral, en unas declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA, se oponía a la creación de un área de caravanas en el municipio, argumentando que «sería una amenaza para el turismo, generaría gastos al Ayuntamiento y perjuicios a los campings». García Palacio critica su visión «trasnochada» de los autocaravanistas y su opinión sobre el turismo de «primera calidad». «Los autocaravanistas suelen ser pensionistas de poder adquisitivo medio alto, la autocaravana es cara y somos consumidores de servicios», señala. En su opinión, «el turismo de calidad es el que viene, consume y paga».

Sobre su impacto medioambiental y su coste, García Palacio replica que «las zonas de autocaravanas, veinticinco en Asturias, no generan impacto ambiental ni coste. Solo se necesita un aparcamiento con toma de agua y estamos dispuestos a pagar tasas». «Hay diecisiete ayuntamientos donde está regulado, sin problemas», subrayó.

«Somos una aportación humilde pero interesante para las economías adonde viajamos», señala el portavoz de los autocaravanistas asturianos. Pone como ejemplo el área del camping de Ortigueira, donde, afirma, «están muy satisfechos porque han notado más gente y que se consume más. Sí aportamos a la economía, no a los hoteles, pero sí a los bares, restaurantes y comercios».

En España hay, según sus estimaciones, en torno a cuarenta y cinco mil autocaravanas en circulación.