"El asistente social me dijo que firmase un papel para tener derecho a una pensión. No leí lo que ponía, y al final me quitaron a la niña para darla en adopción". Adela Álvarez Castro, la mujer que ha abierto un proceso judicial en Oviedo para denunciar el robo del bebé que tuvo hace 36 años en el entonces Hospital General de Asturias acudió ayer a declarar al Juzgado de instrucción número 4. Quería dejar claro que nunca dio su consentimiento para ceder a su hija. Llevó como prueba un papel fechado el 22 de junio de 1977 en el que su hermana, Consuelo Álvarez Castro, daba fe de que Adela no estaba preparada para cuidar de la niña: "Por no poder hacerse cargo del menor y atender a su cuidado, da su conformidad para que la institución provea la adopción por personas de solvencia".

Consuelo Álvarez también debía declarar, pero no se presentó. Finalmente, la cita se pospuso al próximo martes, según el abogado de Adela Álvarez, Eladio Castro. La madre, que sufre un ligero retraso mental, afirma que le arrebataron a su hija en Oviedo a los tres días de nacer. Estuvo ingresada temporalmente en el Hospital Psiquiátrico, pero fue trasladada al Hogar Infantil, cercano al hoy Hospital Central de Asturias. El nacimiento de la niña figura en los archivos de atención al paciente del actual Servicio de Salud del Principado (Sespa), pero no fue inscrita en el Registro Civil. Su paradero es un misterio.