El ovetense Aitor Hevia tiene el privilegio de tocar un instrumento doblemente excepcional. Se trata de un violín fabricado por Antonio Stradivarius, el célebre luthier italiano, lo que le confiere un extraordinario valor, que acrecenta la singular e inusual labor de marquetería que lo adorna. Sólo existen once instrumentos decorados por Stradivarius y el violín del intérprete asturiano es, junto a los otros tres instrumentos que conforman el cuarteto de cuerda de las colecciones reales, uno de ellos. Hevia es, junto a sus compañeros del "Cuarteto Quiroga", el encargado de hacerlos sonar y de extraer de ellos, con su arte, sonidos que, afirma, tienen "una impresionante dulzura". Por primera vez, desde este otoño las melodías que salen de ellos puede ser disfrutadas en un concierto abierto al público. El primero se celebró el pasado 23 de octubre y el próximo será el 22 de noviembre.

El "Cuarteto Quiroga", un conjunto de cámara del que forman parte, además del asturiano Aitor Hevia, el gallego Cibrán Sierra, el valenciano Josep Puchades y la madrileña Helena Poggio, mantiene a tono esas cuatro joyas del patrimonio nacional. "Álvaro Guibert, asesor musical de Patrimonio Nacional, pensó en la necesidad de que hubiera un cuarteto en residencia, para sacar el mayor provecho sonoro de los instrumentos", explica Hevia, y con ese fin fue elegido el "Cuarteto Quiroga". "La residencia consiste en dar tres programas al año, en un concierto privado y otro público", detalla. "Es la primera vez que estos conciertos se abren al público, es un hito en la historia del Palacio Real, muy interesante y enriquecedor", comenta el violinista.

Los dos violines, la viola y el violonchelo, adornados con la excepción del último con una fina orla de marquetería en pasta de ébano con incrustaciones en marfil, fueron fabricados por Stradivarius como conjunto, con el propósito de que sonaran juntos y a la vez, según Patrimonio Nacional.

Hevia afirma que el público quedó maravillado al escucharlos en el primer concierto. "Hubo una grandísima expectación, la gente tenía unas ganas locas de oírlos, nos escuchaban y los miraban con atención, porque era la primera vez que los podían ver", cuenta, y por supuesto, añade, "su sonoridad es extraordinaria y su valor es incalculable". "Tocarlos es un verdadero privilegio", reconoce.

Los Stradivarius no pueden salir del Palacio Real, los miembros del "Cuarteto Quiroga" se traslada a él para ensayar cuatro o cinco días antes de cada concierto, refiere Aitor Hevia. Todos residen en Madrid y esa es una de las razones, señala, por las que fueron elegidos como cuarteto en residencia. "Nosotros somos los que tenemos que despertarlos y cuidarlos", señala. Los ensayos del próximo concierto abierto comienzan pasado mañana.

El programa del 22 de noviembre incluye el cuarteto op.2 0 nº 4 de Haydn, el k421 en re menor de Mozart y el de Shönberg en re mayor.

Aitor Hevia vive fuera de Asturias desde hace quince años, diez de ellos como intérprete del "Cuarteto Quiroga". Estudió en el Conservatorio Superior de Música de Asturias y completó su preparación en Londres y Amsterdam. Contra los aires que soplan entre las gentes de la cultura, él asegura que a su grupo "no le puede ir mejor", con una gira el próximo año en Estados Unidos y actuaciones en Londres, que compatibilizarán con su compromiso con los Stradivarius reales.