A la mañana siguiente, cuando despertó, comprobó la cuenta del banco. La sorpresa fue tan mayúscula como desagradable. Le habían pasado diferentes cargos hasta sumar un total de 8.600 euros. Los cargos se correspondían con pagos de distintos tipos de productos adquiridos en un club de alterne del Naranco. El cliente, que había bebido en abundancia, se presentó en la Comisaría de la Policía Nacional para presentar una denuncia, convencido de que había sido víctima de una estafa, o que alguien le había quitado la tarjeta de crédito en un descuido.
Nada más lejos de la realidad. Según ha podido saber este periódico por fuentes cercanas al caso, un equipo de investigadores se hizo cargo de la denuncia y se desplazó al club de alterne. Allí se acordaban perfectamente del denunciante, al que se refirieron como "el cliente del año". Los testigos consultados explicaron que el hombre había bebido considerablemente y que su estado era eufórico, por lo que además de disfrutar de los servicios del club -subió en tres ocasiones con mujeres a la habitación para practicar sexo de pago- decidió invitar en más de una ocasión a quienes se encontraban en el establecimiento. Al grito de "esta ronda la pago yo", el hombre se fundió 8.600 euros en unas horas en un club de alterne del Naranco. Además de los testimonios recabados, los investigadores comprobaron las cámaras de seguridad del establecimiento. Los pagos se realizaron con la tarjeta de crédito del cliente.
Una vez realizadas las gestiones, los investigadores pusieron en conocimiento del denunciante las evidencias con las que se habían encontrado. Muy contrariado, decidió retirar la denuncia y volver a casa, con 8.600 euros menos en los bolsillos tras una noche loca.
