"Qué significa Albert Camus hoy" fue el título de la conferencia que pronunció ayer el escritor Ignacio Gracia Noriega en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, en el transcurso de un acto organizado en colaboración con Tribuna Ciudadana. Uno de sus directivos, Javier Gámez, presentó el acto y el catedrático de Filosofía, Vidal Peña, al conferenciante.

"Camus tiene un interés más filosófico que literario", comenzó afirmando Gracia Noriega, para después añadir que "escritores de sus características ya no existen". A renglón seguido lamentó una evolución social en la que los filósofos fueron sustituidos por los ideólogos y éstos por los publicitarios.

"Camus fue un moralista con pocas ideas pero firmes, con las que siempre fue consecuente", afirmó el conferenciante. Unas ideas existencialistas que cuajaron en la Europa de la posguerra, en la que Gracia Noriega recordó que el escritor se puso del lado de la libertad. "Aunque Camus perteneció al Partido Comunista y fue activista mientras merecía la pena serlo". No obstante recordó que "su causa era el individuo, no la colectividad, y su preocupación fue la moral, de la que impartió su magisterio en periódicos y libros". Se opuso a todos los sistemas totalitarios, porque consideraba que las personas son más importantes que las ideas y además proponía una moral individual. Gracia Noriega concluyó afirmando que Camús nunca aceptó a los falsos profetas, y que expuso cosas "sencillas y útiles".