La lectura de sus poemas fue el tributo que la Cátedra "Emilio Alarcos Llorach" ofreció ayer a los poetas que han pasado por ella en sus trece años de historia. Fueron quince los homenajeados y otras tantas las voces que encarnaron sus versos, también autores con una larga trayectoria y jóvenes prometedores. Por primera vez en la Cátedra Alarcos, destacó José Luis García Martín, impulsor y organizador del recital, "se leyeron poemas en asturiano y en castellano, olvidando antiguos malentendidos". El poeta se refería a las discrepancias del gramático y su esposa, la directora de la Cátedra y catedrática de Lengua Española de la Universidad de Oviedo, Josefina Martínez, con la Academia de la Llingua.

Al presentar el recital, que se celebró al mediodía en el salón de actos de la biblioteca del Milán, Martínez manifestó que "todas las actividades de la Cátedra han sido un homenaje constante a la lengua española" y especificó que cada uno de los participantes había elegido libremente el poema a leer.

Al acto asistieron el director de área de Extensión Universitaria, Leopoldo Sánchez Torre, que presentó a los poetas a medida que iban interviniendo, y la vicerrectora de la facultad de Filosofía y Letras, Carmen Alfonso. Sánchez Torre agradeció a la directora de la Cátedra "la iniciativa de reunir a los nombres señeros de las letras españolas con los poetas más jóvenes y los poetas de la casa" y Alfonso aludió al "diálogo intergeneracional" entablado.

El recital comenzó con José Luis García Martín, que dedicó un poema propio a Unamuno, "La oración del ateo", y leyó otro de Gabriel Celaya, "España en marcha". Entre la ristra de autores jóvenes había veteranos, como el catedrático de Estética Lluis Xabel Álvarez, que sustituyó a Aurelio González-Ovies y pronunció la primera pieza literaria en asturiano en la historia de la Cátedra Alarcos. Fue el soneto "Estos son los balagares d'agora", que escribió para el poema sinfónico "Noega" de Eduardo García Salueña. Hubo un segundo poema en asturiano durante el recital, de Claudia Elena Menéndez, que también leyó "Mensaje a las estatuas" de Ángel González.

Josefina Martínez cerró el acto, con el poema de Luis Alberto de Cuenca, "Por las calles del tiempo". Antes había intervenido su hijo, Miguel Alarcos, que además de dos de sus creaciones recitó "Versos épicos" de Francisco Brines.

Cristian David López, Sergio Blanco, Aida Masip, Sara Alonso, Diego Solís, Raquel Fernández, Javier García Rodríguez, Alba González Sanz, Rodrigo Olay y Javier Almuzara completaron el elenco.