El director de cine ovetense Pablo Campillo transformó durante esta madrugada un popular restaurante de Ciudad Naranco en un plató cinematográfico para rodar en su interior el cortometraje "Porvenir", "una historia tarantiniana", como se refiere a ella Campillo, que también es el autor del guión. Los protagonistas de la cinta son unos atracadores con muy mala estrella, a los que su creador envuelve en una atmósfera de humor negro. La violencia reside, más que en las agresiones físicas, en los diálogos. "No hay una gota de sangre en todo el corto", asegura.

Pablo Campillo, de 23 años y titulado por la Universidad del País Vasco, en Lejona, es socio de una productora cinematográfica en Bilbao, "Platanobolígrafo". En ella, con varios compañeros de carrera, todos vascos, desarrolla sus trabajos creativos con destino al circuito de festivales y saca adelante encargos publicitarios y como "community manager" -gestión de imagen corporativa en internet- que son los que les reportan ingresos.

El origen de "Porvenir", el corto que rodará en Oviedo hasta el sábado, data de hace tres años y es un proyecto que ha ido creciendo a medida que ha pasado el tiempo. "Quería disponer de medios para rodar y el guión sufrió algunos cambios, aunque se mantiene la esencia original, por eso he esperado hasta ahora", indica.

Los actores David Blanka y Javier Mediavilla interpretan a los protagonistas y con ellos actuarán también Michel Díaz, María Luis, Adrián Gómez Zamanillo y Nuria Baré. "A David ya lo conocía y el resto me mandaron imágenes por internet e hicimos algunos ensayos previos", indica Campillo. El director había coincidido con Blanka el pasado verano, en el cortometraje "Dime Algo", rodado en Asturias y en el que su productora colaboró.

Al elegir la localización ha sido decisiva la estructura del local, un concurrido restaurante de la calle Menéndez Pelayo con grandes cristaleras que permiten rodar desde el exterior. "Estamos fuera y vemos lo que pasa dentro y eso nos permite jugar con el suspense: el público sabe lo que está sucediendo pero los personajes no", explica. "Y además está atechado", añade, algo a tener muy en consideración en Asturias.

"Mi productora está en Bilbao pero me apetecía hacer algo en Asturias, así que me puse en contacto con Julio Cedrón, cuenta. Su producción saldrá adelante gracias a la colaboración de "Platanobolígrafo" y de "DpCommnunication". Cedrón, además, hará las veces de director de fotografía.

El rodaje en Oviedo se prolongará hasta la madrugada del sábado que viene. Ese es el tiempo del que dispone para narrar las peripecias de "dos tíos que andan perdidos, urden un atraco a la desesperada y todo les sale torcido, hasta acabar en un final explosivo". Se llevará a cabo por las noches, con una interrupción en las jornadas festivas.

Una vez finalizado el rodaje, cuando el cortometraje esté editado y listo para su presentación, Pablo Campillo tiene previsto hacer un pase de estreno en el establecimiento en el que se ha rodado, acompañando la proyección "con un poquito de pincheo", bromea.

Reconoce que, con la crisis económica, "éste no es un buen momento para rodar, está complicado, pero nunca es un buen momento para el cine", así que él se ha lanzado a la aventura.

En su breve trayectoria "Plátanobolígrafo", la productora del ovetense, ya ha ganado algunos premios, en certámenes como el Faludi Youth Film Festival, el Festival Curts, el Fantástiks de Granollers y el Festival de Cortometrajes de Cortada.