Con la mirada perdida y un alemán contagiado de emoción, el director de escena Alfred Kirchner dejó clara su pasión por la ópera de Mozart, ayer, en la presentación del título. "He oído", comenzó su intervención, "que "Don Giovanni" fue en 2009 un gran éxito; estoy convencido y motivado para que ahora sea infinitamente mejor". Oviedo se merece, dijo, poder recibir toda la "dimensión histórica de una ópera de este calibre".

Al director le gustan las grandes palabras: "No somos misioneros, pero luchamos por la humanización del mundo, contra la estupidez. En Alemania sólo hay series de policías en la televisión los fines de semana. Lucho contra eso".

En ese afán por hacer que la ópera de Mozart trascienda y se convierta en una verdad revelada de arte mayúsculo, Kirchner insistió en que su trabajo con los cantantes exige de ellos una emoción interpretativa extraordinaria: "Se dice que la máquina operística debe ponerse en funcionamiento para que el público vea qué bien se hace y qué bien cantan y qué bonito es, pero necesitamos más, necesitamos actores, porque quiero despertar al público. Si consigo eso, habré logrado mi objetivo", remató.

En un reparto que repite de la versión de 2009 al bajo Simón Orfila y al tenor Antonio Lozano, será esta vez "Oviedo Filarmonía" la que se encargue de la música de "Don Giovanni", con el músico asturiano Aarón Zapico en los recitativos. El director, Álvaro Albiach, dibujó ayer la importancia del título y dio algunas claves de esta versión: Mozart plantea aquí "retos musicales muy potentes" y el equipo que lo pondrá en pie es "el óptimo para este título". En sintonía con Kirchner, explicó que éste "entiende a la perfección los entresijos del título, un cóctel entre prosa y música donde no es sólo cantar".

Kirchner lamentó que el "sistema económico" obligue a que los ensayos se reduzcan a tres semanas. "Hacer esta ópera en este tiempo es prácticamente imposible", protestó. Pero al segundo aclaró que la experiencia del otro montaje de esta producción y el arte en la contratación de cantantes de Javier Menéndez permiten situarse en un "óptimo punto de partida".