Como el saber llama al saber, la fiesta de cumpleaños en casa de Bueno -en la Fundación que preside y lleva su nombre- se saldó con la presentación de dos libros muy distintos. Después se sirvió un vino español como cierre.

En el salón de actos de la Fundación, donde unos minutos antes el propio Bueno había puesto punto final a su conferencia sobre Darwin y Linneo, comparecieron autores y editores para explicar sus trabajos.

Lino Camprubí, presidente de Nódulo Materialista -una plataforma creada en torno al pensador asturiano-, presentó al dibujante avilesino Juanjo Méndez, autor del "Panfleto materialista", un tebeo en el que expone con dibujos, textos y esquemas el núcleo central del pensamiento de Gustavo Bueno. El dibujante se remontó a sus tiempos de estudiante en un instituto avilesino, donde entró en contacto con libros como "Protágoras", de Platón, o "Monadología", de Leibniz, publicados por Pentalfa, la editorial de Bueno. Recordó sus comparecencias en debates de televisión y cómo le extrañaba ver que a los científicos nadie los discutía, mientras que a Bueno cualquier espontáneo le llevaba la contraria, "y es que todo el mundo se considera filósofo". Dijo que el materialismo filosófico es un manual de supervivencia.

Sin pausa se presentó el libro "Gustavo Bueno: 60 visiones sobre su obra", en el que diversos ciudadanos del entorno del catedrático responden a tres preguntas: cómo lo conocieron, qué obra los influyó más y qué aportaciones del filósofo son más importantes. Los editores de la obra, Raúl Angulo, Rubén Franco e Iván Vélez, repasaron sus particularidades.

Franco pidió que nadie se sintiese marginado por no figurar en la obra, que, obviamente, tiene limitaciones de espacio. Comentó que la primera cuestión se objetiviza como suma de respuestas subjetivas y afirmó que en el conjunto de las aportaciones se ve una perspectiva de futuro muy interesante.

Vélez dijo, por su parte, que Gustavo Bueno había fundado una verdadera escuela y que a la vista estaba en el salón de actos de la Fundación. Afirmó que la obra de Bueno le había cambiado la vida, y lo mismo a otras muchas personas, como se aprecia en el libro. Angulo se limitó a decir que en Google están accesibles gratuitamente los dos libros, "algo que no hace ninguna institución ni fundación", lo que fue contestado con un aplauso cerrado del público.