El colectivo de los 55 despedidos de la Fábrica de Armas cortó ayer la carretera en Trubia frente a la factoría durante cuarenta minutos para protestar por la apertura de La Vega para acoger actos culturales de la Noche Blanca. "Caunedo (en referencia al alcalde de Oviedo) no tuvo agallas para defender el recinto industrial de La Vega. Para los conciertos está el Auditorio y para picar piedra la cantera de Brañes... Cada cosa en su sitio", reclamó Javier Álvarez, uno de los portavoces del colectivo.

Arropados por otros trabajadores de empresas en crisis, los despedidos se concentraron a la una de la tarde a las puertas de la fábrica en Trubia. Más de un centenar de personas secundó la protesta, a la que se sumaron también concejales de Foro en el Ayuntamiento y el socialista Antonio Masip. Los despedidos pidieron al Ayuntamiento que siguiera el ejemplo del de La Coruña, que posibilitó la recolocación de trabajadores en industrias alternativas. Además, el colectivo puntualizó que no está en contra de que se celebre la Noche Blanca, sino de que parte de los actos programados se desarrollen en La Vega.

La protesta, vigilada por efectivos de la Guardia Civil y la Policía Local discurrió con normalidad e incluso los manifestantes posibilitaron la circulación del tráfico a intervalos.