Naves saca a su Virgen en procesión

La parroquia ovetense llegó al ecuador de sus fiestas con una misa al aire libre que atrajo a los vecinos gracias a la tregua que dio la lluvia ayer por la mañana

La comida del día del bollo, en Soto de Ribera.

La comida del día del bollo, en Soto de Ribera. / LUISMA MURIAS

Miriam VILLAZÓN

La lluvia dio un respiro en la matinal de ayer y los vecinos de San Pedro de Naves pudieron sacar en procesión a la Virgen del Carmen, con gran afluencia de parroquianos en el ecuador de sus fiestas. La Banda de Gaitas "Ciudad de Oviedo" puso la música al paso de la imagen antes de que diese comienzo la misa.

Mientras los devotos de la Virgen procesionaban, en el prao de la fiesta se procedía a la elaboración de la paella, que más tarde sería repartida y degustada entre los miembros de la asociación de vecinos. "Vengo con toda mi familia a ver la procesión, incluso mi sobrina, que es la primera vez que está en la fiesta", cuenta José Ramón Huerta, alcalde de barrio de la zona.

Tras la comida, los niños se adueñaron de las fiestas. Era el momento de los juegos infantiles que tenían preparados para ellos, colchonetas e hinchables, principalmente. Los pequeños no fueron los únicos protagonistas de la tarde, ya que se celebró un campeonato de parchís, que atrajo a varios parroquianos. Las canciones de "Pamela y Cía" animaron la fiesta a última hora de la tarde.

Para el día de hoy, Naves cierra sus fiestas con el tradicional reparto de bollo, que será amenizado por la música de Luis y sus teclados, todo ello antes de los fuegos artificiales de la medianoche para cerrar las fiestas.

En el Escamplero también concluyen hoy las fiestas, con el reparto del bollo y una parrillada que reunirá a los vecinos de la zona en el prao de la fiesta. Por la noche, "Cuarta Calle" será la encargada de despedir el Carmen en la parroquia ovetense, que ayer contó con la presencia de la orquesta "Memphis".

Por otro lado, en Ribera de Arriba, concejo limítrofe con Oviedo, finalizaron ayer sus celebraciones del Carmen con el reparto del bollo y del vino que atrajo a gran cantidad de comensales al prao de Soto de Ribera. La lluvia, que apareció en varias ocasiones, no fue capaz de arruinar la comida campestre que siguió a la misa. La tarde la animó Mario y su acordeón.

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