"La novela histórica se ha hecho desde el punto de vista del guerrero, pero a mí me interesaba hacer ese género desde el punto de vista de la retaguardia, es decir, desde las mujeres y los artistas". José María Pérez González, más conocido como Peridis, arquitecto, dibujante, viñetista del diario "El País" desde 1977, y divulgador del fabuloso tesoro del románico, describió ayer con esa reflexión uno de los pilares de su libro "Esperando al Rey", Premio de Novela Histórica Alfonso X El Sabio (Editorial Espasa), en su edición de 2014.

Peridis, (Cabezón de Liébana, Cantabria, 1941), fue introducido por Javier Rodríguez Muñoz, responsable del Club Prensa Asturiana de la NUEVA ESPAÑA.

Los referidos artistas, propiamente canteros y maestros de obra, junto a mujeres como la prudente Teresa, la ingenua Estefanía, o la hermosa judía Raquel, son el resorte de fondo de una novela de 450 páginas recorrida por reyes y nobles, leales y traidores.

El sustrato de su primer libro de ficción ha sido aquella serie televisiva, "Las claves del románico, de 33 capítulos, que dirigió y presentó entre 2002 y 2007. También "La luz y el misterio de las catedrales", o su Enciclopedia del Románico. Como arquitecto "restauré el monasterio de Santa María La Real, en Aguilar de Campoo" (cuya fundación homónima preside), de manera que "llevaba trabajando en esto treinta y tantos años".

En consecuencia, "la gente me preguntaba por la calle por qué no seguía con la serie, pero no había patrocinador, con lo que pensé que una vez que había restaurado las piedras de aquello canteros, y el monumento que patrocinaron los nobles y el rey, tenía que contar la vida de todos esos personajes".

Y así, la trama se inicia en el Valladolid de 1155, "cuando el rey de León, Fernando VII, emperador de Hispania divide su reino entre dos hijos: Fernando de León y Sancho de Castilla, "el Deseado". Pero "al poco tiempo muere Sancho y deja un niño de tres años, el pequeño Alfonsito que también es huérfano de madre". En cambio, "Fernando no tiene hijos, pero había acordado con su hermano que si uno de los dos fallecía sin descendencia hasta segunda generación, el reino entero pasaría al otro".

Será ese niño de tres años el centro de la acción, "y, claro, las posibilidades de que muriera tempranamente en aquella época eran considerables, por lo que hay dos familias de Castilla, los Lara y los Castro, que se disputan al niño", prosiguió Peridis.

"Quien tiene al niño, tiene el poder, y esa es la trama fundamental: quién se hace con el niño, si va a llegar a la mayoría de edad con 14 años, con quién le casan, qué amoríos tiene...". Por tanto "es la historia de cómo vivían, cómo amaban y cómo luchaban aquellas gentes, concluyó Peridis.