La familia materna del pequeño Imran, el niño de dos años asesinado a golpes en el piso en el que vivía con su madre y su padrastro en Oviedo, está esperando a que la juez del caso les conceda una autorización para hacerse cargo del cuerpo y darle un entierro digno en Málaga, donde reside esta familia de origen marroquí. La madre del menor y su pareja han sido detenidos esta tarde en León. "Pobrecillo mío, lo dejaron ahí tirado como si fuera basura, qué culpa tenía él de nada...", se lamenta desde Málaga una tía del niño, que ejerce de portavoz familiar. "Queremos traérnoslo a casa para poder enterrarlo con dignidad", indicó la mujer en conversación con LA NUEVA ESPAÑA.

El pasado viernes, toda la familia de Fadila C. -la madre del niño, sobre la que pesaba una orden internacional de detención que incluía a su pareja, el coruñés con antecedentes por malos tratos David F. V.- pasó por la Comisaría de la Policía Nacional de Estepona para prestar declaración y realizar los trámites legales para reclamar el cuerpo del niño. Era el único nieto de la familia, puesto que los cuatro hermanos de Fadila no tienen descendencia. En los testimonios que aportaron a los investigadores del suceso explicaron que desconocen el paradero de su familiar, de la que no sabían nada desde hace al menos veinte días. "Nadie nos dice nada. Los policías están investigando y haciendo sus averiguaciones. Nosotros estamos esperando noticias. Hoy (por ayer) no tenemos ninguna y han pasado ya muchos días. Nadie tiene ánimo para nada, porque es una situación muy dolorosa", explica la tía materna del pequeño Imran, a quien le faltaban tres meses para cumplir los dos años de edad.

Además, la familia está muy preocupada por otra circunstancia: el embarazo de Fadila. La joven, que tiene 22 años, comunicó recientemente a sus allegados que espera un hijo de su pareja. Se trata de una gestación de tres meses. Los padres y los hermanos de la mujer fugada aseguraban que sólo querían que apareciese para poder llevar a buen término el embarazo. Pero hay más. Exigen una explicación, a la que aseguran, tienen derecho. Tal y como adelantó este periódico, la familia considera que la madre de Imran "es tan culpable como él". Le reprochan que, si era una mujer maltratada y su pareja estaba también golpeando al niño, no hubiera alertado a la familia. "Su responsabilidad como madre era proteger al niño y pedirnos ayuda a nosotros", sostiene su hermana desde Estepona. Antes de su marcha a Oviedo el pasado mes de septiembre, la familia había observado que Imran tenía algún golpe. Cuando preguntaban a Fadila C. qué le había pasado, ella respondía que el niño se había caído de la cuna o en la calle. En la calle Vázquez de Mella donde la pareja vivía de alquiler en la capital asturiana, los vecinos aseguran que los golpes y gritos eran habituales. En una ocasión llamaron al 091, porque ella estaba gritando que no podía mas. Cuando los agentes llegaron al domicilio y llamaron al timbre, nadie abrió la puerta.