Siete personas resultaron heridas, una de ellas de carácter grave, en un aparatoso incendio declarado ayer a las ocho de la tarde en un segundo piso en el edificio del antiguo Hogar del Pensionista de Cajastur, en la plaza de la Catedral. El herido más grave, con quemaduras en el 30 por ciento del cuerpo, es el residente de la vivienda incendiada, M. D. M., de 49 años. Esta tarde el afectado, que permanece sedado, ha sido trasladado a Madrid para ser tratado en una unidad especializada de quemados.

También resultaron heridos por inhalación de humos los tres vecinos del cuarto piso (un matrimonio y su hija de nueve años), dos agentes de la Policía Local y un técnico municipal, que acudieron a socorrer a los residentes. Todos fueron evacuados en ambulancias al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) donde estaban siendo atendidos por los sanitarios al cierre de esta edición. Las primeras hipótesis de la investigación, según fuentes oficiales consultadas, apuntan a un incendio provocado por el habitante de la vivienda en la que se originó el fuego.

"Fue como una bomba, se escuchó un ruido espantoso", aseguró una de las residentes del inmueble, en el que sólo residen tres familias. Ella es la vecina de puerta del herido más grave. Los primeros en acudir al suceso fueron los agentes de la Policía Local y un técnico municipal que se encontraban custodiando y trabajando en el montaje del Belén en la plaza de la Catedral. En el interior del piso donde se había producido la explosión se oían las voces del herido, que gritaba desesperado pidiendo auxilio, porque no podía salir. Los policías tuvieron que derribar la puerta, y en ese momento, una gran columna de humo salió de la vivienda y se coló por la escalera.

Los agentes, no sin esfuerzo, lograron entrar en la vivienda. Se encontraron con un panorama dantesco. El hombre herido tenía las manos totalmente quemadas y la piel echa jirones. Mientras, en el inmueble seguían sonando explosiones, al reventar algunos cristales y otros objetos de la vivienda. Tuvieron que sacar al inquilino en brazos del edificio para que pudiera ser auxiliado por los efectivos sanitarios. Ya en el exterior, fue atendido en la plaza por los efectivos sanitarios del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU), desplazados en una uvi móvil. Hasta el lugar del suceso se desplazaron también más ambulancias para atender a los seis intoxicados por humo.

En la otra vivienda habitada del segundo piso se encontraba en el momento de la explosión un grupo de mujeres que habían sido invitadas por la inquilina para disfrutar de una tertulia literaria. Tras la sucesión de explosiones, el grupo abandonó el edificio a toda prisa. Ya en la calle, con las zapatillas de andar por casa, la vecina del herido grave aún no se había recuperado del susto. "No paraba de llamarme, pidiendo ayuda. Lo vi hace un rato tapado con una manta, no había perdido el conocimiento. Espero que esté bien", señaló la mujer.

El suceso causó gran revuelo en pleno corazón de la ciudad, y decenas de curiosos se concentraron en la plaza de la Catedral.