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Maravillosos extraterrestres

Los niños músicos Gabriel Ordás, Laura Mota y Alma Deutscher ofrecieron una inolvidable velada en el Auditorio con Marzio Conti y Oviedo Filarmonía

La ovetense Laura Mota, de 11 años, durante la interpretación del concierto número 23 de Mozart, en la tarde noche de ayer en el Auditorio. NACHO OREJAS

Una y otra vez se preguntó el maestro Marzio Conti si los tres niños que protagonizaron el concierto de ayer en el Auditorio eran extraterrestres. Y es que lo que se vió y oyó no era para menos.

Con el coliseo lleno, sobre todo de críos, y la orquesta Oviedo Filarmonía en el escenario, Conti, su titular, dio explicaciones al respetable sobre la maravilla que iba a oír. En todo caso se quedó corto.

Primero, la pianista ovetense Laura Mota, de11 años, alumna de Francisco Jaime Pantín, atacó el concierto número 23 de Mozart. El allegro, con pasmosa soltura, seguridad y carácter. Muy bien la cadencia. Cantó en el adagio con belleza y derrochó fuerza y decisión en el allegro final. Larga ovación.

Después salió a escena Gabriel Ordás, ovetense también y alumno de Fernando Agüeria. Tiene quince años. Con solo 12 compuso "Entornos, tríptico para orquesta" que Oviedo Filarmonía interpretó, como estreno absoluto, inmediatamente. La obra arranca lúgubre y al poco estalla en sonoridades y sin ningún efectismo con un desarrollo sutil y rico. Una pieza que firmaría Stravinsky. Apenas se llega a entender cómo ha logrado escribirla, con tanta madurez y calidad y a tan corta edad. Y en tercer lugar, la británica Alma Deutscher, de nueve años, violinista y compositora. Salió a escena, charló un poco con Conti, como antes lo habían hecho sus compañeros de velada y tocó dos tiempos del concierto para violín que está componiendo. Estreno absoluto. Una hermosa romanza, llena de alegría de vivir y un allegro como promenade cinematográfica. Inceíble. La orquesta interpretó después una de sus danzas, compuesta a los ocho años. Como propina, las dos niñas tocaron "La Abeja", de Schubert.

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