El discurso de la monja benedictina Teresa Forcades está plagado de titulares de prensa por sus duras críticas al sistema económico capitalista, la industria farmacéutica, las aseguradoras, la sanidad privada o el tratado del libre comercio. Esta médico internista que reside en el monasterio de Montserrat (Barcelona) es capaz de analizar en una sola conferencia las causas de la desigualdad social y el misterio de la Santísima Trinidad. Lo hizo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA invitada por el Comité Óscar Romero de Asturias (una organización solidaria comprometida con la lucha contra la pobreza). Su fundador y primer presidente, el catedrático de Historia Medieval, Javier Fernández Conde, y Elena Díaz Palacios, miembro de la junta directiva, la acompañaron durante su charla, titulada "Providencia y Liberación".

Forcades estructuró su intervención en dos partes bien diferenciadas. La primera sobre justicia social y la segunda sobre teología. "En este país y en otros teóricamente desarrollados hacemos el ridículo al hablar de democracia porque no existe igualdad". La hermana benedictina llegó a esta conclusión tras desgranar ante un numeroso público el último informe de Cáritas sobre la pobreza en España y un estudio reciente de la organización Oxfam sobre la riqueza mundial. "Los datos recopilados por Cáritas desde hace siete años indican que la crisis no es la causa sino que la consecuencia de un sistema económico que lleva a las desigualdades sociales", comentó Forcades, que ahondó más en el tema gracias a contar con una prodigiosa memoria llena de balances y porcentajes: "De cada tres personas en exclusión social, dos llegaron a ese estado en los años de abundancia económica".

La monja criticó con dureza a la industria farmacéutica en base a datos contrastados, sacados de informes de organizaciones solidarias. "En 2016 el uno por ciento de la población mundial habrá acumulado más riqueza que el 99 por ciento restante, y de ese reducido porcentaje de ricos, el 95 por ciento son varones que se dedican a la industria farmacéutica".

Forcades alabó la sanidad pública española -"que según la OMS (Organización Mundial de la Salud) ocupaba el séptimo puesto de los mejores sistemas sanitarios del mundo hace quince años, muy por delante de Estados Unidos o Alemania"- y rechazó de lleno la privatización del servicio porque "cuando se acepta la medicina privada hay pacientes de clase A y pacientes de tipo B".

La conferencia terminó con una profunda reflexión sobre el papel de Dios en el mundo que invitó a los presentes a formular varias preguntas sobre teología. "Al creador no le interesa dominar, sino invitar al ser humano a una relación libre y amorosa", dijo la hermana benedictina. Un largo aplauso puso el colofón a algo más de dos horas de charla.