Los restos de los edificios de la que fue la fábrica de explosivos de La Manjoya, en el bosque de La Zoreda, serán aprovechados para poner en marcha un camping de lujo y un cluster de grandes empresas. La intención del Ayuntamiento es la de aprovechar, según fuentes municipales, "el enorme potencial medioambiental, arquitectónico y urbanístico" de la zona. La parcela elegida para el camping y otros equipamientos se encuentra en las cercanías del hotel de La Zoreda y ocupa 29 hectáreas.
Para dotarla de contenidos, el municipio ya trabaja en la redacción de un Plan Director para programar las actuaciones que se quieren desarrollar en la finca. La idea más llamativa es la creación de un camping de lujo para introducir a la ciudad en el circuito de lo que se denomina "glamping". El "glamping" es una forma de turismo ecológico de primera categoría que se ha puesto de moda en muchos países, donde la tiendas de campaña y las caravanas son sustituidas por cabañas, casas-árbol o tipis indios. Todo ello equipado con elementos de lujo.
El camping se completará con un aula de la naturaleza, que se levantará aprovechando alguno de los edificios abandonados que servía para albergar la antigua fábrica de explosivos. La filosofía del Plan Director se centra en aprovechar la inusual mezcla de patrimonio industrial y naturaleza. A ello se suman las buenas comunicaciones de la zona, que permiten llegar andando en unos minutos al centro de la ciudad para realizar otro tipo de actividades. Esta cercanía permitiría la organización de eventos culturales, actividades formativas y de ocio en el caso urbano vinculadas a la naturaleza y cuestiones medioambientales.
En la ladera opuesta, en lo que se conoce como el monte de La Rodá, se encuentran los edificios denominados "El fulminato", que constituyen un singular conjunto de enormes muros de sillares de piedra que forman un bastión dentado y que, para los ideólogos de este plan, "evocan los restos de una construcción amurallada de otro tiempo". El Ayuntamiento quiere aprovechar este espacio para la implantación de un centro que sirva como laboratorio de ideas ("think tank") para grandes empresas con vocación internacional, instituciones y fundaciones vinculadas a las ciencias sociales, la creatividad y la investigación.
Las obras que se llevarían a cabo serían las imprescindibles para evitar que el lugar pierda su identidad. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento piensa en el bosque de La Zoreda como escenario para la celebración de actividades culturales al aire libre en los meses de verano, como conciertos y obras de teatro.
Esta es una de las apuestas personales del alcalde, Agustín Iglesias Caunedo (PP), que está convencido del potencial de la economía naranja, aquella que genera actividad económica gracias a la cultura.
