De la mano de Xuan María Acebal (Oviedo, 1815-1895), primer poeta nacional asturiano -"que entiende la personalidad cultural lingüística de Asturias y que le canta como a un todo comunitario", explica el escritor Javier Cubero-, y también con la celebración del 175.º aniversario de los primeros libros en asturiano -por ejemplo, "Colección de poesías en dialecto asturiano" (1839), de José Caveda y Nava-, la asociación Iniciativa pol Asturianu intercambió ayer "pallabres por llibros" en la Escandalera.

Sobre dos paneles, la "muria de les pallabres", los viandantes fueron dejando caer las palabras (babayu, gayaspera, manguán, xitu, glayíu, felechu, fatu, espatuxar, tracamundiu...) y, a cambio, recogían un libro en el puesto informativo de la organización.

"No hay palabra como chambón, que diga tanto y tan bien", comentaba uno de los ovetenses que se acercó al muro de las inscripciones. El citado aniversario del primer libro en asturiano había sido propiamente en 2014, pero no se celebró ningún acto oficial, lamentan en Iniciativa pol Asturianu, del mismo modo que "las autoridades culturales del Principado de Asturias no han hecho nada con motivo de los 200 años del nacimiento de Acebal", se quejó Inaciu Galán presidente de la asociación.

Por ello, previamente a la cita de la Escandalera, se rindió un acto de homenaje a Xuan María Acebal ante su tumba del cementerio de San Salvador de Oviedo. Allí se leyeron poemas suyos y se evocaron su figura y su significado.

"Acebal viene a ser el equivalente a Rosalía de Castro en las letras gallegas, ya que el asturiano es el primer poeta lírico que pasa del poema festivo a la poesía con sentimiento", comentó Galán. Y no sólo eso, sino que fue "el primer poeta nacional de Asturias. También glosó la figura de Acebal el gijonés Javier Cubero, que precisamente ganó hace unos años el II Premio de Ensayo e Investigación "Fierro Botas" por su obra "Del romanticismu al rexonalismu: escritores carlistes na lliteratura asturiana". En la nómina de esos escritores carlistas o, al menos, próximos al tradicionalismo, se inscribe la personalidad de Xuan María Acebal.

Cubero explicó que Acebal "destaca por superar el esquema y los temas folcloristas y apuesta, en cambio, por dignificar la lengua". La ausencia de "castellanismos o vulgarismos" identifica "el asturiano muy culto" de Acebal, cuyo "camino literario lo lleva también a la literatura clásica y a traducir al asturiano a autores grecorromanos, caso de Horacio". Respecto a su condición de "primer poeta nacional asturiano", Cubero insistió en que "supera la clave localista, la de los que cantaban a su concejo, y da el salto a Asturias como un todo".

Su militancia carlista, o "simpatía tradicionalista", es también una coordenada que explica las querencias pro Asturias. Acebal se halla en la onda, por ejemplo, de Manuel Fernández de Castro (1834-1905), "que fue obispo de Mondoñedo y tradujo al asturiano el Evangelio de Mateo (Londres, 1861)". La fórmula carlista de "Dios, patria, fueros, rey", explica un "federalismo" basado en "las Españas, o los reinos de España, y contrario al liberalismo castellanocéntrico a la francesa", y ello conduce al reconocimiento de la "personalidad cultural lingüística de Asturias".