Un joven ovetense fue víctima de una brutal paliza en la calle Rosal, de cuyas lesiones aún se está recuperando. Un grupo de cuatro personas lo acorraló cuando iba caminando por la calle con la intención de robarle. El chico dijo -y no mintió- que no llevaba dinero encima, motivo que propició las primeras agresiones. Ante el temor a salir malherido, accedió a que los malhechores lo acompañasen al cajero para darles dinero. En el trayecto se refugió en un taxi, pero consiguieron sacarlo por las piernas, lesionándolo gravemente. Cuatro jóvenes han sido detenidos por estos hechos.

Los hechos tuvieron lugar esta misma semana, de madrugada. Cuando los cuatro jóvenes se acercaron a la víctima para robarle intentó zafarse, pero enseguida lo acorralaron y fue derribado a puñetazos. Le quitaron el teléfono móvil y la cartera y fue entonces cuando comprobaron que, tal y como les había indicado, no llevaba encima dinero en metálico. Así que le dijeron que lo iban a acompañar hasta un cajero para que sacase dinero con una de sus tarjetas y se lo entregase. Ante el temor de sufrir más golpes aceptó la propuesta.

En un momento del recorrido la víctima vio la oportunidad de refugiarse en un taxi que estaba parado en un semáforo. Dentro viajaba una pasajera y la conductora del taxi, también mujer. El chico abrió la puerta y se metió dentro, solicitando auxilio. Pero los ladrones, ni cortos ni perezosos, comenzaron a golpear el taxi hasta conseguir abrir la puerta. Sacaron al chico por la fuerza, lo agarraron por los pies y continuaron propinándole una brutal paliza. En medio de la refriega, la taxista aceleró para huir de la escena.

El chico golpeado aprovechó la confusión del momento para salir corriendo. A pesar de las heridas, logró refugiarse un bar, pidió al dueño que llamase a la Policía y se encerró en el baño. Así consiguió, finalmente, zafarse de los violentos agresores y concluir su pesadilla.

Hasta el lugar se desplazó una patrulla de la Policía Nacional y los agentes tomaron buena nota de la descripción del grupo de delincuentes. Uno de ellos fue localizado en pocos minutos y los otros tres a lo largo de la noche. También localizaron a la taxista, que explicó que tanto ella como la pasajera se habían asustado mucho por la violencia del episodio, y que por eso habían huido a toda prisa.

Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía, los cuatro detenidos -ovetenses- han sido puestos a disposición judicial. Esta misma semana la Policía Nacional anunció, tras reunirse con veinticinco asociaciones de vecinos de la ciudad, que desplegaría de inmediato un dispositivo especial con más presencia de agentes en las calles para mejorar la seguridad de los vecinos del Antiguo y en otros barrios con problemas.