"Lo que hace singular a la Fábrica de Gas es que está a los pies de la Catedral y que durante décadas ha dialogado con el casco histórico", puso de manifiesto Marcos Balbín en la jornada dedicada por el Colegio de Arquitectos de Asturias al complejo fabril ovetense. La conferencia, que Balbín dio conjuntamente con Álvaro Portela, también arquitecto, se enmarca dentro de la campaña impulsada por el Consejo de Europa en el Año Europeo del Patrimonio Industrial. Ayer, Balbín y Portela cuestionaron el plan especial de César Portela para la parcela que ocupa la Fábrica de Gas, al considerar que los edificios de viviendas "están metidos a calzador" y que su planeamiento desvirtúa el carácter original del conjunto al "convertir el recinto en un patio de manzana".

A la sesión dedicada a la Fábrica de Gas por el Colegio de Arquitectos asistió, en primera fila, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Oviedo, José Ramón Pando. El decano del Colegio, Alfonso Toribio, introdujo el acto y el antiguo decano Javier Calzadilla lo presentó. "Pretendemos sensibilizar a los poderes públicos de la necesidad de salvar el patrimonio y evitar actuaciones irreversibles en él", indicó.

"La Fábrica de Gas posee un carácter emblemático para la ciudad de Oviedo", expuso Balbín al comenzar su conferencia. Su compañero mostró algunas fotografías, entre ellas varias del gasómetro, la estructura más visible y reconocible de la Fábrica e hizo notar que "el gasómetro tiene valor en sí mismo y ha estado en continua relación con la ciudad de Oviedo".

Marcos Balbín hizo un recorrido por la historia de la Fábrica de Gas, empezando por su fundación en 1857. Mostró el impacto urbanístico que el conjunto industrial tuvo en una ciudad que, en su mayor parte, aún se restringía a su muralla. "La Fábrica de Gas ocupaba el equivalente al nueve por ciento de la superficie del Oviedo amurallado", indicó el arquitecto. "La Fábrica de Armas, la de Gas y el ferrocarril fueron los tres grandes cambios de la ciudad" en aquella época, añadió.

Álvaro Portela se detuvo a analizar el plan especial de César Portela para el recinto fabril. La suya es, en su opinión, "una solución intermedia" en la que el conferenciante detecta "desconexiones y elementos que quedan descolgados", y apostilló que "el conjunto fabril solo se puede entender en su conjunto". "El plan especial analiza cada edificio en sí, pero echamos de menos una lectura de la Fábrica en su conjunto", añadió su compañero.

Ambos profesionales consideran un error demoler el edificio de Popular Ovetense, con fachada a la calle Postigo, para construir un bloque de viviendas o acercar los nuevos edificios al gasómetro y lamentan que no se "reutilicen" más espacios.